Alianzas PAN-PRD: Retos y posibilidades

26 de Abril de 2024

Lorena Becerra

Alianzas PAN-PRD: Retos y posibilidades

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@lorena_becerra

El PAN y el PRD analizan la posibilidad de contender en alianza en la próxima elección de Colima y en las 12 contiendas a gobernador que se llevarán a cabo en 2016. Ambos partidos enfrentan amenazas importantes en sus territorios – como Morena y MC en la izquierda, y la alternativa de independientes como Clouthier Carrillo en Sinaloa por la derecha. Esto hace que una alianza pueda ser vista como un mecanismo de supervivencia que les brinde a ambos partidos el oxígeno que urgentemente necesitan. Sin embargo, la gran dificultad de esta ruta es que está a punto de convertirse en anacrónica ante el cambio reciente en el panorama electoral.

En otras palabras, el PAN y el PRD difícilmente son, hoy por hoy, una opción antisistema creíble. Si bien esta alianza tuvo éxitos importantes en la última década – como Puebla, Oaxaca y Sinaloa en 2010 y Baja California Sur en 2013 – el electorado ha cambiado, al igual que la temática electoral. Por un lado, el surgimiento de Morena, el crecimiento de MC y la viabilidad de las candidaturas independientes abrió el abanico de opciones antisistema. Por otro lado, la poca capacidad que han tenido el PAN y el PRD para diferenciarse del tricolor y los errores que han cometido en gobierno y en comunicación los han desplazado cada vez más cerca del PRI.

En el año 2000 el triunfo de Fox fue posible gracias a que los electores anti priistas se coordinaron para respaldar al candidato más fuerte. Así, los simpatizantes de la izquierda prefirieron votar por un candidato que postulaba un partido de derecha porque era el que más posibilidades tenía de derrotar al PRI, a pesar de que no fuera su primera opción. Lo formidable de esa elección es que las diferencias ideológicas pasaron a segundo plano y la temática electoral se concentró en el cambio. La idea de sacar al PRI del poder es lo que hizo posible que electores de izquierda y derecha votaran por la misma opción en la boleta.

La dimensión ideológica izquierda-derecha palideció ante una nueva dimensión: pro o anti régimen. A pesar de que el electorado de Fox abarcaba todo el espectro izquierda-derecha, en la otra dimensión los electores se concentraban en el espacio anti régimen. Esto también es lo que hizo posible el triunfo de Salazar Mendiguchía en 2000 y de Patrón Laviada en 2001. No obstante, la elección de 2015 nos demostró que el PRD y el PAN ya son considerados parte del régimen por una buena parte del electorado.

Como consecuencia, en la dimensión que ahora llamaríamos sistema-antisistema, el PAN y el PRD ya no se encuentran en el espacio opuesto al PRI, sino que se ubican muy cerca del tricolor. Esto hace muy difícil que estos partidos, juntos o por separado, puedan apelar a votantes que quieren un cambio, votantes insatisfechos, o aquellos que quieran ejercer un voto de castigo. Esto sin contar que en 2016 serán puestos bajo la lupa 3 de los 4 gobiernos que esta alianza ha puesto en el poder recientemente y que han tenido un desempeño altamente cuestionable.

¿Cuáles son entonces las posibilidades de la alianza PAN-PRD? Una de las ventajas que tiene es que en 5 de los 12 estados (6, si tomamos en cuenta Colima) con elecciones el próximo año nunca ha habido alternancia. Esas entidades son territorios más fértiles para discursos que enfaticen el cambio. En particular, malos gobiernos como el de Borge en Quintana Roo o Duarte en Veracruz, son más vulnerables. En estos territorios también observaremos menos presencia de candidatos independientes fuertes – precisamente por la hegemonía del tricolor – por lo que las opciones antisistema no serán tantas como a nivel nacional o en otras entidades. Por otra parte, las elecciones de 2015 también nos demostraron la gran relevancia que han cobrado y que seguirán teniendo los candidatos por encima de los partidos. Presentar a los mejores candidatos se está convirtiendo cada vez más en una necesidad y ha dejado de ser una elección. Las encuestas más recientes nos muestran cómo la intención de voto de los partidos cambia de acuerdo al candidato que pudiera ser su abanderado. Esto, aunado a la fragmentación en el sistema de partidos que estamos viviendo hace posible alianzas enfocadas en candidatos fuertes. Así, personajes carismáticos, cercanos a la gente, o abanderados del cambio, pueden ser postulados por dos o más partidos a pesar de que existan diferencias ideológicas entre éstos. Cuando conozcamos a los candidatos que postule la alianza PAN-PRD sabremos si estos partidos aprendieron su lección en el 2015.