A las 9 de la mañana del 15 de julio de 1867 tuvo lugar el desenlace de una etapa de gran significado para los mexicanos, pues tras cuatro años de una lucha que en ocasiones pareció perdida y que lo llevaría a recorrer gran parte del territorio nacional a bordo de una carreta y llevar consigo la insignia de la Independencia de México, el presidente Benito Juárez hizo su entrada triunfal a la Ciudad de México tras al que pretendió ser el Segundo Imperio con Maximiliano de Habsburgo al frente.
Así lo reconoció el doctor oaxaqueño Sadot Sánchez Carreño, director del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias de la Cámara de Diputados, durante el acto de conmemoración por los 150 años de dicho acontecimiento que, a decir del doctor Enrique Burgos García, senador presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, recobró para los mexicanos el ser republicano que habíamos tenido desde la Constitución de 1824, en su artículo cuarto. Se trató del encuentro encabezado por el doctor César Camacho, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, en un lugar por demás simbólico y querido por los mexicanos, como lo es el Recinto a Juárez, en el centro de la política mexicana como lo es Palacio Nacional. Ante presidentes municipales de Oaxaca, juristas, académicos, legisladores y asistentes en general, la doctora Patricia Galeana, directora general del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) y quien propuso que el título de este acto fuera “La República Triunfante”, recordó al auditorio que la llamada Doctrina Juárez estableció los principios de política exterior que un siglo más tarde serían incorporados al texto constitucional, como lo son la igualdad de los Estados, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y proscripción de la amenaza en las relaciones internacionales. Principios, todos ellos, que se encuentran presenten en el ideario del presidente Benito Juárez y que fueron la hoja de ruta que permitió a nuestro país ganarse el respeto del exterior y expulsar al extranjero de una vez por todas. Se dice fácil, pero con un Estado desgarrado por la guerra civil entre liberales y conservadores, el gobierno de Benito Juárez tuvo que hacer frente a lo urgente para dejar pendiente lo necesario, tal y como lo dijera el doctor César Camacho. “No fue el ideólogo ni el jurista de la reforma, tuvo el acierto de convertirse en líder para vencer a aquellos que parecían gigantes; era un idolatra de la ley, pero no de la ley en un término formal, sino como vehículo para alcanzar la justicia”, destacó el líder de los diputados priistas. Y sin duda, no existe mejor vehículo para igualar a los desiguales en el México del siglo XXI, que la ley. El doctor Enrique Burgos aseguró que en la actualidad la vigencia de la República tiene que reconstruirse todos los días, pues el tema social sigue siendo uno de los requerimientos a los que cada uno, en su responsabilidad personal y constitucional, tiene que atender. Y así lo hace el diputado César Camacho al destacar una fecha tan relevante para la historia nacional y la consolidación de nuestra independencia.
@jlcamachov