Música vs Tecnología: Una batalla interminable

26 de Abril de 2024

Eduardo Penafiel

Música vs Tecnología: Una batalla interminable

La tecnología ha transformado drásticamente a la música en todos los sentidos. No solamente cambió la forma de consumirla a través de plataformas como SoundCloud, Pandora, Apple Music y Spotify, sino que ha llegando hasta el punto en donde a través de inteligencia artificial, un programa de software es capaz de escribir la letra de una canción y seleccionar la base rítmica adecuada.

Con algoritmos muy complejos y utilizando nuestros patrones, selección, estilo y comportamiento, una aplicación como Spotify puede encargarse de recomendar música a un nivel tan preciso, que ya no es necesario pensar en lo que uno quiere escuchar cada vez que entra a la aplicación. Para las nuevas generaciones, esto es lo normal y así se han acostumbrado, pero para generaciones más tradicionales llega un punto en donde la nostalgia juega su papel y obliga a recurrir a los viejos hábitos y formas de descubrir, disfrutar y escuchar la música.

Hace no mucho tiempo era prácticamente imposible que el disc jockey de la fiesta o evento no estuviera mezclando la música en vivo, seleccionado cuidadosamente canción tras canción para mantener el ritmo y a la concurrencia satisfecha. En cambio ahora cuesta trabajo confiar al cien por ciento en la persona que se coloca detrás de una consola, computadora o un par de tornamesas.

Y no es necesariamente por el hecho que podría conectar un teléfono celular y dejar que una aplicación como Spotify se encargue del resto, sino porque la tecnología actual le permite contar con un software que le recomienda las canciones de acuerdo a un género y puede llegar hasta el punto de armar un setlist de varias horas utilizando inteligencia artificial, sin esfuerzo alguno.

¿Que tan caro es tener acceso a este tipo de tecnología? 950 pesos. En serio. Por ese precio, la aplicación djay Pro 2 a través de su motor de inteligencia artificial, puede acomodar canción tras canción con ritmos similares y llevar a cabo la transición de forma automática entre una y otra, para que te conviertas en un gran DJ con el menor esfuerzo posible. Y como esta aplicación existen muchas más que incentivan el consumo de la música al facilitarle el trabajo a los usuarios, lo que generalmente resulta en más tiempo efectivo dentro de las mismas.

Y aunque la nostalgia por los formatos viejos como los discos de vinilo o los cassettes resurgen, no son lo suficientemente fuertes y atractivos como para derrotar o frenar el ritmo de las nuevas tecnologías que sacrifican calidad por cantidad, algo que ya está afectando a los nuevos talentos que tratan de entrar a la industria con propuestas frescas y diferentes.

Hoy un artista no solamente tiene que pelear por ser escuchado sino que ahora se tiene que enfrentar en contra de aquellos que al tener un buen oído, son capaces de crear una canción desde una computadora, sin la necesidad de la presencia de un músico y mucho menos de una disquera para distribuirla. Empresas como Google trabajan en iniciativas como Magenta, buscando evolucionar la forma en como se produce y se escucha la música. El proyecto se presenta más como un experimento que busca facilitar la creación de música utilizando lo último en algoritmos y creando nuevos sonidos al combinar antiguos, pero la realidad es que con estos proyectos, se pierde un poco la esencia de lo que realmente significa producir o crear una canción o álbum.

Entonces, ¿La tecnología reemplazará al artista? Seguramente no. Lo digo porque existe un aspecto que mantendrá viva la esencia de la música siempre: escucharla y verla en vivo. La demanda de los conciertos o de la música en vivo ha existido básicamente desde que empezó todo y al final, es lo que me lleva a pensar que el factor humano siempre irá un paso más adelante.

Con la música se trata de un tema más personal y de confianza, donde es necesario ver para creer.