Ciudad y caos para todos

26 de Abril de 2024

Diana Loyola

Ciudad y caos para todos

DIANA LOYOLA

Somos más de 21 millones de habitantes, entre todos los que vivimos aquí, convertimos a la Ciudad de México en la cuarta más poblada del mundo. Sus 1495 kilómetros cuadrados dan para albergar a una enorme oferta de experiencias, de encuentros, de hallazgos. Es una ciudad enorme, llena de gente, autos, olores, museos, colores, plazas, monumentos, restaurantes, historia…

Es una urbe con mucho qué explorar, porque en todas las zonas que la conforman (16 delegaciones), hay museos, comida, paisajes, lugares sorprendentes y un movimiento constante que da la impresión de caos, eso sí, hay caos para todos. A pie, en auto, en transporte público, en metro, en bicicleta o en patines, recorrer esta ciudad es una experiencia rica en muchos sentidos.

La UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad al Centro Histórico de la Ciudad de México (que cuenta con más de 1500 edificios considerados como patrimonios históricos), a la bellísima zona de Xochimilco -con sus canales, sus flores, sus mercados y jardines-, al Campus Central de la Ciudad Universitaria (un conjunto monumental creado por más de 60 arquitectos, ingenieros y artistas) y a la casa-taller Luis Barragán (cuya síntesis arquitectónica de corrientes estéticas y elementos artísticos modernos y autóctonos tradicionales, da como resultado una obra excepcional).

Para perderse en la belleza, basta recorrer los pasillos del mercado de la Ciudadela, a cada paso se encuentra uno más cerca de la vida, del vibrar de más de 300 puestos de artesanías de todo el país, que llenan los ojos del espíritu creativo y festivo de México. Madera, talavera, textiles, vidrio, alpaca, pewter, cerámica, barro, plata, esmaltes, pintura, todo transformado por manos maravillosas, que dejan su magia en cada pieza, con la esencia del artesano y el sello de la cultura que las genera.

Una zona que irradia belleza e historia es la Alameda Central, creada en la época Virreinal, hoy está rodeada por edificios imponentes como el del museo Franz Mayer, el Museo Memoria y Tolerancia o el majestuoso Palacio de Bellas Artes. A pocas cuadras está el Barrio Chino y el fabuloso mercado de San Juan, un espacio de venta de comestibles imperdible. Otro mercado antiguo y con enorme atractivo es el Mercado de la Merced, que desde la época de la Colonia funcionaba como mercado mayorista (hasta 1980 que se inauguró la Central de Abastos), y sin embargo, nunca ha perdido su encanto.

No se puede aseverar que se conoce la Ciudad de México si no se ha caminado por Chapultepec. Entre árboles centenarios, los pasos nos llevan al Museo Nacional de Antropología e Historia, al Museo Tecnológico, al Museo Contemporáneo Rufino Tamayo, al Museo de Arte Moderno o al Museo del Caracol. Cualquier día es hermoso junto al Lago y una visita al Zoológico de Chapultepec, es siempre enriquecedora. Si la condición física nos da, subir al Castillo de Chapultepec y admirarlo en toda su belleza, es una aventura que nos pierde en el espacio y en el tiempo.

Los barrios de Coyoacán, San Angel, Roma o Condesa, tienen en su arquitectura, en sus mercados y restaurantes, una manera riquísima de acoger a quien se pierda entre sus calles. Y si tenemos ganas de sumergirnos en la modernidad, un paseo por Santa Fé o Interlomas, con sus edificios y plazas comerciales de vanguardia, nos regalan otro matiz de esta multifacética Ciudad.

La Ciudad de México es sin duda, un lugar mágico donde confluyen épocas, corrientes, culturas, propuestas, decadencias y modernidades. Es un ser vivo que muta y nos da espacios en los que conviven el orden y el caos al mismo tiempo. Disfrutemos.

@didiloyola