Conocer el Presupuesto

4 de Mayo de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Conocer el Presupuesto

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¿No habremos aprendido nada de la historia? El “choque de civilizaciones” no puede dar paso otra vez a que el fundamentalismo de unos se enfrente con el radicalismo de otros. Sin duda, repudio al terrorismo y pesar por las víctimas en Paris o en Siria, pero también urgencia a reflexionar, dialogar y decidir para que el fanatismo no logre su objetivo.

1. Sobrio y sólido el Paquete Económico 2016.

La Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2016. Dicho presupuesto se aprobó en lo general con una votación de 441 legisladores a favor, 38 en contra y 7 abstenciones; en lo particular, por 306 votos a favor, 165 en contra y una abstención.

Con esta aprobación concluye el proceso del Paquete Económico 2016, que consta de tres partes: La Ley de Ingresos de la Federación (LIF); el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF); y los Criterios Generales de Política Económica (CGPE).

Es menester insistir en conocer y analizar, así sea someramente, qué es lo que ha sido aprobado en el Congreso, porque de este paquete dependen en buena medida no sólo las capacidades de acción del Gobierno en su conjunto, sino también muchas de las decisiones que los ciudadanos debemos y podemos tomar en nuestra vida cotidiana.

No dejan de ser datos importantes y muy relevantes que, en un ambiente internacional adverso, realmente muy adverso, nuestro país mantenga una pauta de crecimiento y de implementación de reformas estructurales en lugar de estar inmerso en una corriente de choque y de ajuste ante la crisis, que es lo que hemos vivido en otras épocas de inestabilidad y volatilidad internacional, como fueron, recordemos, las crisis vividas en 1994-1995 y en 2008-2009.

Hoy, México está creciendo (en 1995-1996 perdimos 5 puntos del PIB, en tanto que en 2008-2009 caímos hasta 7 puntos porcentuales), si bien la tasa no es la que requeriríamos para atender los ingentes rezagos acumulados, precisamente, desde los infaustos años de los experimentos panistas en el poder. Recordemos, una vez más, que según las evaluaciones del CONEVAL, el saldo neto de los gobiernos del PAN fue una tasa promedio de crecimiento en doce años, del 1.8% anual, en tanto que el saldo de población en situación de pobreza y de pobreza extrema es el que actualmente seguimos padeciendo, que involucra al 46% de la población nacional, algo así como 56 millones de compatriotas, en un tiempo en que el país vivió la época de las “vacas gordas”, con los mayores precios internacionales del petróleo, los ingentes recursos excedentes provenientes del mismo y los presupuestos más copeteados en la historia nacional, no obstante lo cual el gobierno de Felipe Calderón triplicó el nivel de endeudamiento del país; tan sólo véase el dato de que, al entregarle el presidente Vicente Fox el poder en 2006, la deuda nominada en dólares era de 47 mil millones de dólares, que Calderón dejó en 140 mil millones al cierre de diciembre de 2012.

Ahora, salimos de administrar la abundancia para paliar las carencias; ésta es la época de las “vacas flacas” que le ha tocado administrar al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, pues los precios del petróleo han caído hacia los 40 dólares el barril y el crecimiento mundial se ha desacelerado, estando en el horizonte la normalización de las tasas de interés que, en lo concreto, habrá de implicar un mayor costo del dinero y por consiguiente, un monto mayor del servicio de la enorme deuda que dejaron los gobiernos de la primera alternancia.

En la inmediatez, para salir del paso, ante la caída de los ingresos públicos lo obvio habría sido elevar los impuestos o recortar drásticamente el gasto público. No ha sucedido ni lo uno ni lo otro; en el paquete económico aprobado, no hay ni nuevos ni mayores impuestos, como tampoco el gasto público se ha reducido al nivel que lo ha hecho, por ejemplo, el precio del petróleo.

El gasto presupuestal autorizado para 2016 asciende a 4.78 billones de pesos, apenas 1.5% por debajo de la cantidad que habrá de ejercerse este año, en términos reales. Aún así, el Presupuesto de Egresos contempla un incremento de 16,928.3 millones de pesos a la propuesta original que hiciera el Ejecutivo Federal.

En lo que respecta al gasto de la Federación se aprobaron aumentos al presupuesto de varias instituciones gubernamentales fundamentales de lo inicialmente presentado por la Secretaría de Hacienda, destacando los montos destinados al campo vía la SAGARPA, a la infraestructura mediante la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, y para Educación Pública. Por su parte, las Secretarías que se vieron afectadas con la redistribución de recursos fueron Turismo, SEDATU y el Consejo de la Judicatura Federal, siendo el Poder Judicial quien viera reducido su presupuesto en 4 mil 500 millones de pesos menos de lo solicitado. El Poder Legislativo no fue tocado ni con un centavo partido por la mitad, respetándose el total del presupuesto solicitado, que quedará en 14 mil 102 millones de pesos, como tampoco lo fue el Instituto Nacional Electoral, que con 15 mil 474 millones de pesos finalmente podrá construir el polémico “edificio inteligente” que tantas críticas le ha merecido.

Cabe destacar que se aprobó la creación del Fondo para la Competitividad de la Frontera, en el que los Estados y ayuntamientos del Norte del país podrán ejercer directamente 1,700 millones de pesos acorde a la coyuntura de cada región. Del total de los recursos destinados para este fondo, 800 millones de pesos estarían destinados a impulsar a las pequeñas y medianas empresas mientras que 900 millones de pesos se reservarán para programas sociales como empleo temporal o tarjetas de alimentación.

Como es posible apreciar en las cifras, dado que no habrá nuevos ni mayores impuestos, el Gobierno en su conjunto habrá de realizar el esfuerzo de hacer más con menos, es decir, aplicar austeridad, eficiencia y reingeniería a la manera en que históricamente se ha ejercido el gasto público. El gobierno, en esta ocasión, es el que pagará la cuenta del impacto que está teniendo el difícil y complejo entorno internacional, que es algo que a los ciudadanos no debiera complacer en primera instancia, pues los costos no habrán de trasladarse ni a las familias ni a las empresas.

2. Estimados macroeconómicos 2016.

El Congreso ya había aprobado la Ley de Ingresos de la Federación el mes pasado, en el que se incluyen los Criterios Generales de Política Económica para el año que entra, mismos que quedaron como sigue:

El crecimiento económico del país se estima en un rango entre 2.6% y 3.6% para el próximo año (es decir, un punto más del que habrá este año, que será entre 2 y 2.5%), mientras que la inflación permanece también sin cambios con lo estimado en los Criterios Generales de Política Económica presentados por la SHCP (3%). Asimismo, el déficit presupuestario se mantiene en 0.5% del PIB, como fue previsto en la reforma hacendaria aprobada en 2013.

Para este año, la SHCP ha mantenido su previsión de crecimiento del producto nacional bruto en 2.4%, dadas las tendencias observadas.

Al respecto, concluida la auditoría de la evaluación que año con año realiza el Fondo Monetario Internacional a través del Artículo IV, se destaca que a pesar de que en los últimos años nuestro país ha enfrentado un entorno global complejo con incrementos de la volatilidad en los mercados financieros y fuertes caídas en los precios del petróleo, la economía mexicana continúa creciendo a un ritmo apreciable y las presiones por salida de capitales han sido limitadas.

El FMI destaca los beneficios inmediatos logrados con la implementación de las reformas estructurales, que es algo que diferencia a México en el mundo, pues, inmerso en la desaceleración, está haciendo reformas. Entre otros aspectos, el FMI señala un incremento en la inversión, en especial en los sectores de telecomunicaciones y de energía; el crecimiento del crédito, debido a una mayor competencia y protección a los usuarios del sector bancario que se ha traducido en menores tasas de interés, así como una reducción notable en los precios de diversos bienes y servicios públicos, como son menores tarifas en telecomunicaciones y reducción en electricidad y combustibles.

Subraya el Fondo Monetario Internacional que la inflación esté contenida y por debajo del 3%, lo que necesariamente significa un mayor poder adquisitivo en los ingresos de las familias, que bien podría expresarse hasta en un 5%. En resumen, dice la evaluación del FMI, los resultados revisados hasta el momento indican que la implementación de las reformas estructurales aunado con la estabilidad de las finanzas públicas significan confianza en las perspectivas de la economía y en los inversionistas, que hacen de México, por ende, un país confiable.

3. Radar del paquete económico.

Los datos a tener en el radar para efectos prácticos, son los siguientes: El estimado de crecimiento del Producto Interno Bruto (% variación real) se ubicará en 2016 entre 2.6 y 3.6%.

La inflación esperada para el próximo año, es del 3.0%.

El Tipo de cambio promedio del año podrá estar en (USD/MXN) 16.40 pesos.

La tasa de interés (Cetes 28 días) se ubicará en 4.0%, considerando ya el efecto del incremento en las tasas de interés de la Reserva Federal de los Estados Unidos cuyos principales efectos se sentirán el próximo año.

El Balance público general, o sea, el déficit, estará en (% PIB) -3.0 %. Sin inversión de Pemex y CFE (% PIB), el déficit estará en -0.5% (es el déficit presupuestado).

El precio de la mezcla mexicana estará en 50.0 dólares por barril. La contratación de coberturas se ha realizado a un precio de 49 dólares, lo que deja un solo dólar en la indefinición.

La plataforma de producción petrolera considerada es de 2 millones 247 mil barriles diarios, de los cuales se destinarán a la exportación un millón 91mil barriles también diarios.

El techo de endeudamiento Interno aprobado para el año, es de 110,500 millones de pesos, en tanto que el endeudamiento externo habrá de implicar 8,500 millones de dólares. Según dice el FMI, la deuda externa, como porcentaje del PIB, habrá llegado entonces al 37.8%, lo que se considera un porcentaje aún bastante manejable, considerando el nuevo dinamismo mostrado por la economía mexicana.

4. Positivo consenso del mercado.

El consenso de los analistas económicos considera que el Paquete Económico 2016 refleja el esfuerzo tanto del Congreso como del gobierno con la estabilidad de las finanzas públicas y la credibilidad del público.

La reducción en el gasto presupuestario en términos reales obedece en buena medida a la reducción que presentarán los ingresos petroleros del gobierno el próximo año, lo cual implica una postura muy responsable por parte del Gobierno, ya que el Presupuesto de Egresos 2016 está en línea con un déficit público de 0.5% del PIB, señalan los analistas del mercado.

Respecto a la Ley de Ingresos, se considera que los supuestos macroeconómicos incluidos en la ley podrían resultar relativamente agresivos, ante el difícil entorno internacional tanto para los precios del petróleo como para el crecimiento. Si bien estos dos riesgos podrían traer consigo una recaudación tributaria menor a la esperada, las adecuaciones realizadas en el IEPS tanto de la gasolina como de refrescos y bebidas endulzadas podrían compensar en parte el efecto de una recaudación eventualmente más baja. Caber señalar que estas adecuaciones no significan incremento en las tarifas de los mismos, sino, esencialmente, que se mantienen prácticamente como estaban y, en el caso de la gasolina, de persistir los bajos precios internacionales, hasta podría verse una reducción en el precio final.

Finalmente, señala el consenso del mercado, tanto la Ley de Ingresos como el Presupuesto de Egresos presentado para el ejercicio fiscal del 2016 confirman el esfuerzo político de la actual administración para proteger la estabilidad de las finanzas públicas en México, el ingreso de las familias y la economía de las empresas.

5. Ternas a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Cumpliendo el rol de tiempo que el Senado le había solicitado, esto es, enviar las nominaciones para la Corte antes del 15 de noviembre, el titular del Ejecutivo Federal envió las dos ternas, integradas la primera por las magistradas de circuito Norma Piña, Sara Patricia Orea y Verónica Judith Sánchez, con lo que además estaría tomando en cuenta el criterio de pertenencia a la carrera judicial.

En tanto que la segunda fórmula fue integrada por varones en su totalidad, externos a la carrera judicial, incluye a dos funcionarios gubernamentales en activo próximos a la administración Peña, así como quien se considera es la apuesta del PAN; esto es, Alejandro Jaime Gómez (actual procurador de justicia del Edomex), Álvaro Castro (director jurídico del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública) y Javier Laynez, magistrado del Tribunal de Justicia Fiscal y Administrativa, ex funcionario de Hacienda en el gobierno de Felipe Calderón.

Parece un exceso el disputarle al Presidente de la República el ejercicio de sus facultades constitucionales; él ha sabido mostrarse receptivo pero no por ello podrá dejar de cumplir su responsabilidad. Lo que importa, al final de cuentas, es que la decisión sea eficaz y que los designados respondan al interés del Estado.

Puede parecer también poco serio que, acordado el procedimiento para desahogar el proceso de nombramiento en el Senado, se haya acordado otorgar ¡dos minutos! a cada uno de los propuestos, para realizar una presentación de su caso ante el Pleno; los exigentes senadores, quienes pedían se les enviaran las ternas, se preparan para un proceso de nombramiento express, en el que se estarían perfilando, conforme a lo que se percibe en el ánimo de los dos principales grupos senatoriales, la magistrada Norma Piña Hernández, quien fuera secretaria de Estudio y Cuenta de la ministra Olga Sánchez Cordero, y el magistrado Javier Laynez Potisek, ex Procurador Fiscal de la Federación, quienes podrían ser votados en la sesión del 10 de diciembre próximo.

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