El mundo tiene cáncer

26 de Abril de 2024

Rebeca Pal

El mundo tiene cáncer

Hay muchas cosas que me preocupan, pero hay una en especial que me mortifica. Me angustia que el planeta está enfermo de un tipo de cáncer llamado seres humanos. Es el cáncer más egoísta y voraz que los médicos han encontrado hasta el momento. Lo consume todo y no se limita a nada. Existe una cura para acabar con él pero es terrible. Es una quimioterapia muy agresiva. Se necesitan 1,241,166 bombas termonucleares para acabar con él pero, por desgracia, también acabaría con el resto de vida que podemos encontrar en el planeta. Después de la radiación las cosas jamás volverían a ser iguales.

Todo inició en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, lo denominaron Revolución Industrial pero nunca se imaginaron que ese acontecimiento alimentaría al desarrollo y fortalecimiento de este cáncer. Antes de la Revolución Industrial el cáncer era una célula más, pero se llenó de avaricia porque mientras más producía quería más. Se envenenó de poder y fue así que se volvió maligno. Esa avaricia tiene nombre, se llama dinero y provocó el aumento gradual de las temperaturas de la atmósfera y océanos, debido a las concentraciones de gases de efecto invernadero por las actividades humanas que incluyen la deforestación y la quema de combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón.

El cáncer está usando 50% más recursos de los que La Tierra puede generar de forma sostenible. El planeta tarda un año y medio en reponer los recursos que la población mundial consume en un año y esto no es sostenible. La demanda de recursos naturales a nivel global se duplicó desde 1966 y si cada habitante del planeta consumiera como un estadounidense medio, se requerirían cuatro planetas para satisfacer esta demanda. Los datos se encuentran en el informe “Planeta Vivo 2012”, según el cual la biodiversidad mundial se ha reducido en un 30% en promedio desde 1970 a 2008 y el impacto mayor se ha sufrido en los trópicos, donde la pérdida de biodiversidad llegó a un 60%.

Ejemplos de esto son parte de las Islas Salomón. Cinco islas de las 990 repartidas entre dos archipiélagos, desaparecieron. Las perdimos para siempre debido a las consecuencias del aumento del nivel del mar. Por desgracia este final puede ser el mismo para otros territorios insulares de la misma zona y del mundo. Otro ejemplo es el desequilibrio de las estaciones del año. La flora comienza a florecer más pronto y la fauna ya cambió las migraciones y los meses de reproducción.

Combatirlo y contrarrestar los efectos es muy costoso, pero es invaluable desde el punto de vista de la salud, pérdida de especies, culturas, territorios y más. Una alternativa a la quimioterapia, es el esfuerzo global para reducir el impacto de los desastres cometidos por los seres humanos.

Como célula cancerígena intenté comprender a mi especie y llegué a esta conclusión:

El hombre destruye porque está enfermo. Se volvió cáncer en cuanto probó el poder y en cuanto el poder y el dinero lo llenaron de avaricia. Buscó dejar de ser parte de la unidad que lo envuelve todo y nos hace estar conectados, para encontrar una independencia que compromete su bienestar. “Al ser humano no le hace gracia dar su vida por la vida de la célula cancerosa, pero la célula del cuerpo tampoco daba su vida con gusto por el ser humano… La célula cancerosa tiene argumentos tan buenos como los del ser humano, sólo que su punto de vista es otro. Ambos quieren vivir y hacer realidad sus ansias de libertad… Los seres humanos tienen cáncer porque son cáncer”. La enfermedad como camino, Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke.

El hombre sanará cuando aprenda a amarse. ¿Por qué creen que el corazón es el único órgano que no es atacado por el cáncer?

Nuestro planeta, La Tierra, está impaciente de que ese momento llegue, pero, sobre todo, de que no sea demasiado tarde.