Con un calendario ajustado, el equipo de negociadores de Estados Unidos se ve presionado para reformar un Tratado de Libre Comercio que se ha visto estancado por el retraso con el que el socio de México y Canadá presentó sus propuestas, consideradas excesivas por estos últimos y que han desalentado por la falta de indicios de que el gobierno de Donald Trump quiera llegar a un acuerdo. Un análisis llevado a cabo por la agencia Reuters considera que la crisis que atraviesa el acuerdo, ha sido propiciada en gran medida por la administración del presidente estadounidense. En una nota publicada este martes, la agencia advierte que grupos de presión de la industria, expertos en comercio y legisladores cercanos al tema describieron cómo pasaron meses antes de que el bando de EU pusiera sobre la mesa sus demandas y ahora queda poco margen para poder acortar las diferencias en los temas centrales que propone cada uno de los socios, tales como requisitos de contenido regional y de la industria automotriz. Aunque las conversaciones para modernizar el TLC comenzaron en agosto de 2017 con el objetivo de concluirse en cuatro meses, esto quedó delegado cuando se desechó el 17 de mayo como fecha límite para que la notificación sobre el acuerdo fuera presentado ante el Congreso de Estados Unidos, a lo que siguió la declaración del representante comercial Robert Lighthizer, quien advirtió que los países “no están siquiera cerca de alcanzar un acuerdo”. Pese a que Lighthizer creía que México enfrentaba la mayor presión de tiempo, por las elecciones cercanas, a principios de mayo, sin embargo, el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, soltó que el país podría negociar un acuerdo hasta la transición del 1 de diciembre a un nuevo Gobierno, incluso si ganara un opositor. De manera improvista, fue EU quien se vio contra reloj y de frente la inminente fecha límite del Congreso, informó una fuente mexicana a Reuters. Los socios de Washington vieron las conversaciones más como un ejercicio de “modernización” y en general, ambos estaban satisfechos con el statu quo. Así, cuando a EU presentó sus demandas en octubre, dos meses después , la demora jugó en su contra, especialmente cuando se buscaba “reequilibrar” el TLC a favor de Washington y los funcionarios canadienses y mexicanos dijeron que éstas equivalían a renunciar a décadas de beneficios comerciales, algo inaceptable. Grupos empresariales de Estados Unidos etiquetaron esas demandas como “píldoras envenenadas” que amenazaban con descarrilar las conversaciones e impulsar a Trump a abandonar el pacto, algo con lo que ha amagado desde hace meses. Señalado todo lo anterior, con retrasos y con presiones que no han ejercido el efecto esperado en sus socios comerciales, el equipo de Trump está a contrarreloj. (Con información de Reuters). DA
2 de Mayo de 2024