El cambio reciente de hábitos de consumo mediático en la sociedad, donde las redes sociales han desplazado a la televisión como principal fuente de información y entretenimiento, representa en palabras del filósofo social Byung Chul Han “un cambio radical de paradigma”, con repercusiones sociales, políticas y económicas que están configurando un nuevo tipo de sociedad, de la misma magnitud que provocó la televisión en su momento en el siglo XX. El primer indicador de dicho cambio lo señala la reconfiguración del tiempo que la sociedad le dedica a los medios de comunicación. De acuerdo a Infotec los mexicanos dedican 8 horas 12 minutos en promedio diario a consultar internet, 3 horas diarias a la televisión sin internet y 1 hora 45 minutos a la radio sin internet. Estas cifras dan cuenta de qué tanto los dispositivos móviles con internet han delineado una revolución social en la cual estamos inmersos, del cual el tiempo asignado a los medios digitales sólo es la punta del iceberg de algunas repercusiones sociopolíticas que a continuación explicaré de forma breve.
La comunicación digital es perjudicial al poder
La comunicación con medios tradicionales –televisión, radio y prensa- es asimétrica, en una sola dirección, de arriba hacia abajo, donde los expertos y las élites determinan el tema y el marco de referencia en el cual se deberá de interpretar la información, es en esencia un esquema vertical, pues a pesar de diversos medios de comunicación y voces, el marco de referencia parece siempre coincidir, con algunos matices, pero que en general convergen en el sentido del diagnóstico de los asuntos que se tratan en la agenda pública. En gran medida por eso la televisión siempre tuvo un papel primordial en la definición de los temas, así como del marco de referencia que la audiencia debería de usar para juzgarlos, llámese elección, problema social, desempeño de autoridades y figuras públicas.
Por el contrario, la comunicación digital es simétrica, los receptores al mismo tiempo son emisores, simetría que es perjudicial al poder. Los marcos de referencia de las élites y los expertos son reconfigurados por los usuarios de las redes sociales casi de forma inmediata. Un tema que los medios tradicionales –por ejemplo la televisión- pongan en la agenda pública casi de manera simultánea es realineado por los usuarios de redes sociales, con un marco de referencia opuesto al que originalmente se planteó en los medios tradicionales, a través de re-elaboración de los titulares de las notas, de la producción de memes, videos chuscos o, en muchos casos, con noticias falsas, que destruyen a fuerza de compartirse la credibilidad del marco de referencia original. De acuerdo a Byung Chul Han la soberanía en los tiempos de la comunicación digital está determinada por quién disponga de las “tormentas de mierda” de la red.
Reencuadre de los temas en la redes sociales
La información que circula en los medios de comunicación es una construcción social, subjetiva que se presentan como objetiva, ya sea por criterios profesionales o por elementos que presentan de la realidad referida, pero al plantearse con marcos de referencia que promueven un diagnóstico y prescriben formas de actuar a las audiencias en los temas que se tratan son subjetivas. Hasta hace algunos años estos marcos de referencia o encuadres eran determinados por los medios de comunicación tradicionales, situación que cambió con el advenimiento de las redes sociales. Los medios digitales permitieron a sus usuarios reencuadrar los temas que son tratados en la agenda pública. El modelo de cascada de Entman ilustra muy bien el proceso por el cual los usuarios de redes sociales reconfiguran los asuntos tratados, por lo general con un enfoque opuesto al que originalmente se planteó en los medios tradicionales, trayendo como consecuencia la erosión de la credibilidad de los marcos de referencia originales y, por consiguiente, de los sujetos que son referidos en los mensajes mediáticos. Es decir, si en el marco de referencia original se diagnosticaba que un funcionario actúa de manera honesta, los usuarios de redes sociales reconfigurarán el mensaje de tal forma que promoverá lo contrario.
Comunicación social en tiempos de redes sociales
La estrategia comunicacional del gobierno de Enrique Peña Nieto se basó principalmente en medios tradicionales, aplicó una fórmula vigente en el paradigma donde la televisión era el medio predominante, que promovió un marco de referencia que engrandeció la figura presidencial a través de todos los medios de comunicación, especialmente la televisión, que le funcionó a los gobiernos anteriores, por ejemplo Vicente Fox y Felipe Calderón, pero que en la actualidad es un esquema ampliamente superado por la actuación de los usuarios de las redes sociales. Los medios de comunicación tradicionales, así como actores políticos y gubernamentales, ante este giro provocado por la gran penetración de las redes sociales, han tratado de responder o de adaptarse a este cambio a través de campañas en redes sociales –principalmente Facebook- con mensajes en formatos que funcionan en los medios tradicionales, como si se tratara de un problema de difusión en redes sociales, evidenciando que no han entendido que los medios digitales tienen su naturaleza propia, donde siempre los usuarios con un simple cambio de pantalla pueden exponerse a mensajes que confirman sus percepciones preexistentes. En otras palabras se exponen a mensajes que confirman sus creencias, donde la corrupción , las mafias del poder, los pactos de impunidad, la pobreza, el desempleo son los marcos que explican los asuntos que se tratan en los medios tradicionales. El triunfo de Andrés Manuel López Obrador no hubiera sido posible sin el cambio que representaron las redes sociales en la comunicación social, su discurso fue y sigue siendo el de las redes sociales, que promueven un marco de referencia que los mexicanos comparten en su mayoría. Y por la forma de comunicarse como presidente electo, indica que seguirá siendo a través de las redes sociales, con un esquema opuesto al del gobierno saliente, que es básicamente eliminar todo elemento que engrandezca a la figura presidencial, y se verá en el futuro cercano qué tanto significará el engrandecimiento de la sociedad civil en su esquema de comunicación, condición necesaria para que no sea sólo un esquema de comunicación populista y de manipulación. Que de cualquier forma, dada su estrategia de beneficio directo de programas sociales y obra pública, su imagen no se verá tan afectada como en el caso de Peña Nieto, ante el desgaste del ejercicio del poder y de los errores que necesariamente se cometerán.
Referencias bibliográficas
Byung-Chul Han (2014). En el Enjambre. Herder Editorial. Barcelona. Entman, R. (2004). Projections of power, framing news, public opinion and U.S. Foreing Policy, Chicago: University of Chicago Press.