Hungría culpa a UE por migración

26 de Abril de 2024

Hungría culpa a UE por migración

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EJECENTRAL

Budapest vive caos en estación de trenes luego de informar que se suspendían los viajes al oeste

El primer ministro de Hungría criticó el jueves a los líderes de Alemania y la Unión Europea por la falta de urgencia a la hora de enfrentar la crisis migratoria en el continente, mientras en su país reinaba el caos luego de que cientos de migrantes entraran a primera hora en la principal estación de trenes del país cuando la policía dejó de custodiar el edificio.

En una espiral de confusión, los migrantes se subieron a los trenes en la estación de Keleti de la capital húngara a pesar de los anuncios de que no habría servicio hacia Europa Occidental. La empresa de ferrocarriles húngara dijo que había suspendido los trenes directos desde Budapest hacia el oeste “en aras de la seguridad del transporte ferroviario”.

Muchos migrantes, que no comprendían ningún idioma europeo y no recibían consejos de agentes húngaros, se amontonaron parados en un convoy a la espera de algo mejor. En su lugar, el tren se detuvo al poco tiempo al noroeste de Budapest en el pueblo de Bicske, en donde decenas de policías los esperaban para llevar al cargamento humano a uno de los campos más grandes para personas en busca de asilo: una instalación abierta llena de gente que muchos de los migrantes habían abandonado días antes.

Los migrantes desilusionados comenzaron a corear "¡Campo no!” en árabe, algunos intentaron huir a pie por las vías y una familia se sentó a un lado de las vías y solicitó apoyo a los periodistas. Cuando la policía le pidió a la prensa que se retirara de las vías y a la familia que se pasara al interior, el esposo, en evidente desesperación, perdió control emocional. Arrojó a su propia esposa e hijo a las pistas, se sentó a su lado y comenzó a pegarse a sí mismo en la cabeza mientras se quejaba de la falta de disposición de Hungría de permitirles viajar al oeste.

La policía en cascos y armadura rodeó a la familia y separaron al hombre de su esposa e hijo. Los agentes lo habían esposado mientras sollozaba, su pecho contra el pavimento, y se lo llevaron alzado. La mujer y el niño fueron escoltados lejos de la pistas, pero no fueron detenidos.

Otros migrantes pelearon con la policía y se abrieron camino de vuelta a los vagones del tren, en donde permanecieron horas parados bajo el sofocante sol. La policía entregó agua a los migrantes, pero muchos aventaron las botellas con el temor de que los policías hubieran puesto drogas en el agua para sedarlos.