Han pasado 60 años desde que la compañía BELL creará el primer modem que permitía transmitir datos binarios sobre una línea telefónica simple, y 30 del año en que se dio a conocer el internet, cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos decidió usar el protocolo TCP/IP creando así Arpa Internet. Con la llegada en 1991 del World Wide Web y la introducción de internet a la vida cotidiana, cada una de las diversas disciplinas han ido sufriendo transformaciones enormes; la economía, la ciencia, la política y hasta la religión han dado giros difíciles de prever; hoy la sociedad tradicional comienza a ser reemplazada por la sociedad 2.0, la manera en que socializamos, consumimos, nos transportamos y hasta estudiamos cuenta con alternativas distintas a las que hasta ahora habíamos conocido. Gracias al constante avance tecnológico, actualmente el progreso y el crecimiento social están ligados a una colaboración activa, donde la sociedad debe contar con un acceso libre al conocimiento para poder fundamentar sus opiniones y decisiones. Internet es ahora una gran biblioteca de información, donde la comunidad se extiende y trasciende, pero lo más importante, es una masa de experiencias, opiniones y decisiones; que, de forma paradójica, así como busca conjuntar va dejando atrás a aquellos que no han logrado entenderla, abriendo así una brecha tecnológica con dos escenarios perfectamente identificados: los alfabetizados y los analfabetas digitales. Actualmente el conocimiento requiere un contexto abierto y flexible, donde exista una comunidad comprometida con la adquisición de información mediante los medios digitales, ya que gracias al proceso de modernización en la educación han surgido proyectos como el caso de Wikipedia, enciclopedia social que impulsa la democratización de la información en la web; o los Cursos Masivos Abiertos y en Línea (MOOC) con su carácter innovador que nos inducen a modificar la forma en que percibimos la enseñanza tradicional. De acuerdo al Foro Económico Mundial al hablar de la democratización del conocimiento se debe comenzar por reconocer el papel principal que tienen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y el potencial disruptivo de la aparición del internet debido a su naturaleza descentralizada, horizontal y donde no se puede distinguir entre quiénes son los productores y los consumidores de información. Hoy la alfabetización digital es fundamental en la sociedad actual, lo que nos debe orientar a la creación de políticas públicas que promuevan una mayor igualdad de acceso a los recursos educativos digitales, como en el caso de Estados Unidos con la iniciativa ConnectED del expresidente Barack Obama, o el ambicioso proyecto del también expresidente de España Mariano Rajoy, el cual buscó conectar todos los centros escolares sostenidos con fondos públicos a internet de alta velocidad; lo que sin duda también debe ir acompañado de inclusión y capacitación. De acuerdo al último informe Digital 2018 presentado por We Are Social y Hootsuite se reveló que ya se ha superado la barrera de los 4,000 millones de personas que utilizan Internet, lo que supone poco más de la mitad de la población mundial, es así como está herramienta debe ser aprovechada para el incremento de la democratización del conocimiento, a la par de que el tema sea retomado en cada proyecto público o privado, visualizando que hoy las decisiones deben estar basadas en información eficiente y eficaz. Este informe mostró un crecimiento del 3% de usuarios en la red en el continente americano, donde México cuenta con un 65% de penetración del internet superando por 12 puntos el promedio global y donde la población suele pasar alrededor de 8 horas y 17 minutos al día navegando por la red; sin embargo, aún quedan fisuras en cuanto al uso de esta herramienta para la aplicación eficiente en la educación, ya que uno de los elementos más significativos del análisis es que países como Noruega, Andorra, Luxemburgo y Dinamarca los cuales cuentan con una penetración de internet superior al 97% arrojan un índice de alfabetización superior al 90% de su población, por lo que la relación entre ambas variables parece no ser casual. Hoy incluso uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, permitiendo así avanzar en la democratización de la educación, haciéndola accesible a sectores de la sociedad con diferentes poderes adquisitivos. La aparición de internet significó la aparición de las redes sociales vistas como medios de interacción, y la simplificación de distancias como oportunidades de contacto y crecimiento; hoy somos muchas realidades, mezcla de culturas, ciencia e historia; aún debemos enfrentarnos a la brecha digital, a la alfabetización informacional, y a la democratización del conocimiento no sólo en función de la capacidad de quién pueda solventarla, porque hoy la comunidad digital informa, asesora pero sobre todo influye en la toma de decisiones.
Democratizar el conocimiento en la era de la información
