Las nuevas generaciones están aprendiendo que el éxito puede llegar sin la necesidad de talento, basta con una selección de fotos, algunos filtros, otras veces vídeos que se tornan virales sólo por la ocurrencia de un momento.
Internet ha potenciado la cultura del ego, al ser el espacio ideal para expresar todo lo que se siente y piensa, y de una u otra forma todos tienen algo que decir.
En las redes sociales se pueden encontrar las condiciones ideales para obtener la admiración, derivado de la necesidad emocional del ser humano por reconocimiento y atención.
Diversos estudios concuerdan en que estas plataformas digitales incrementan el ego, de tal forma que los individuos se tornan narcisistas, es decir, son personas que se preocupan demasiado de sí mismos y su estabilidad requiere de la aceptación de otros.
De acuerdo con una investigación de la Universidad de Georgia, conducida por Laura Buffardi y Keith Campbell, afirman que quienes tienen más amigos y Likes en Facebook, son más ególatras. https://bit.ly/2oLvpIu
No obstante, el narcicismo no se manifiesta de la misma manera, aquellos que usan demasiado las redes sociales, son los que en psicología se conocen como Narcisistas Vulnerables, los cuales piensan que tienen derecho a un trato especial y logros, pero en realidad su autoestima es baja. https://bit.ly/1KfmyVJ
Al igual que la autoestima, la individualidad y el autoenfoque personal han recibido una promoción de manera distorsionada, de forma tal, que los mensajes están enfocados en puntualizar que lo más importante en la vida es uno mismo.
En la actualidad, las expectativas profesionales de las nuevas generaciones parecen estar mayormente enmarcadas en actividades que proporcionen fama, poder y dinero, sin importar el cómo. A esto lo denominó la autora Jean Twenge, como la Generación Yo. https://bit.ly/2jhWwIE
Por otro lado, en un estudio conjunto de universidades alemanas concluyeron que Facebook también contribuye a elevar los niveles de frustración y tristeza de algunos usuarios, en especial, envidia ante las fotos y noticias positivas de sus contactos.
Con la revolución digital el concepto de uno mismo se puede difuminar entre lo real y lo semificticio, al resaltar sólo algunos aspectos que reflejan lo mejor de nuestra imagen y las actividades más sobresalientes, esto se traduce en una simulación de éxito y felicidad.
Antes que nada, es importante comprender que la tecnología no es la culpable de todo esto, es una cuestión de actitud, producto de una educación desigual, que no promueve el bienestar colectivo; al igual que la exposición al bombardeo mediático centrado en un marketing de autocomplacencia y de comparación social.
Incluso quienes presumen sus ‘buenas accciones’, es una señal de egolatría, porque al final la búsqueda de los elogios es el principal motivador.
Por supuesto, hay muchos otros factores que influyen en este escenario, pero ciertamente los estudios mencionados dilucidan una fuerte relación entre el creciente ego individual con el uso de las redes sociales.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n