Cien años de Constitución y desarrollo

26 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Cien años de Constitución y desarrollo

LUIS M CRUZ

1. En su Centenario, nuestra Constitución guarda una singularidad: es pacto y es norma a la vez. Tal naturaleza dual ha permitido que desde 1917 por lo menos, los cambios y transformaciones nacionales hayan transcurrido en el cauce constitucional y a través del Derecho. Esta ha sido la clave de su persistencia y vigencia.

2. Nos tomó cien años, digamos de 1813 a 1917, llegar a un pacto esencial expresado en una Constitución dogmática, orgánica y social posible para todos los mexicanos. Vivimos un Siglo XIX convulso, que nos daría distintos momentos constitucionales y visiones de Nación, en conflicto varias de ellas; desde la Constitución de Cádiz y el Decreto para la Libertad de la América Mexicana; del Imperio de Iturbide a la Republica Mexicana de 1824; luego la visión centralista de 1836 que llevaría a la secesión y a una guerra injusta con los Estados Unidos que cercenaría el territorio nacional; en plena guerra contra el invasor norteamericano se restablecería, mediante el Acta de Reformas, la Constitución federalista del 24 que debería ser sustituida pronto por lo que Juarez llamaría una segunda independencia, la Constitución de 1857, de la que emanaría una República unicameral con predominante parlamentario.

La guerra de Reforma para secularizar la vida civil y política, el II Imperio y el restablecimiento de la República en 1867 abrirían el camino para la supremacía constitucional y el proceso de reforma de la Constitución imbuido en la propia ley suprema para garantizar un orden constitucional estable; mediante este proceso, en 1874 se restablecería el Senado y se gestaría el sistema presidencial, que sin contrapesos entonces, devendría en la larga dictadura porfirista.

3. La Revolución inició siendo casi una gesta cívica; el cruel cuartelazo de Huerta depondría el orden constitucional, combatido por el movimiento constitucionalista de Venustiano Carranza y el insigne Constituyente para recuperar el orden constitucional –los poderes habían sido desconocidos por el Plan de Guadalupe contra el usurpador Huerta—mediante la gran Constitución social de 1917. Desde entonces los cañones callaron en nuestro país. El Constituyente permanente (ambas Cámaras en votación calificada y la mitad más uno de las Legislaturas estatales) han sido la clave de la vigencia y longevidad constitucional.

4. Muchos se preguntan si 699 cambios al texto original en 229 ciclos de reforma en estos cien años hacen que el proyecto nacional sea diferente; hay que ir al texto para constatar que el pacto esencial se mantiene si bien la norma evoluciona al ritmo de la sociedad y de las épocas. Los principios que nos definen siguen en la Constitución vigente: derechos humanos; garantías sociales; República federal, democrática, laica, representativa y popular; división de poderes; sistema presidencial y una permanente aspiración por la libertad, la justicia, el Estado de Derecho y la vida social plena y justa. En realidad, al comparar los textos original y actual se percibe la constante ampliación de derechos y libertades al tiempo que la sociedad y la Nación avanzan.

5. Los cien años transcurridos desde entonces han forjado nuestra Nación en la libertad, la justicia social y la democracia, quizá en ese orden. No obstante, a cien años, volvemos a preguntarnos: ¿Una nueva Constitución? ¿Reordenar el texto constitucional? ¿Continuar perfeccionándolo al ritmo de la Nación? En el XIII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional organizado en el Palacio de Minería se escuchan las voces de este debate para estudiar y comprender el orden constitucional que en sus primeros cien años ha sido cauce del desarrollo político, económico y social de esta gran Nación que es México.