Quitan cargos a dos por desaparición de normalistas

4 de Mayo de 2024

Quitan cargos a dos por desaparición de normalistas

Ayotzinapa
Foto: Archivo

Libera juez a cuatro presuntos integrantes del Cártel de Guerreros Unidos, dos de ellos acusados de participar en el secuestro de los estudiantes

Por considerar que sus confesiones pudieron emitirse bajo tortura, un juez federal ordenó, con las reservas de ley, liberar a cuatro presuntos narcotraficantes, dos de ellos acusados de participar directamente en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El juez Primero de Distrito en Procesos Penales Federales de Matamoros, David Calderón Blanc, ordenó la libertad a los presuntos sicarios Marco Antonio Ríos Berber, El Cuasi; Martín Alejandro Macedo Barrera, El Becerro; Luis Alberto José Gaspar, El Tongo, y al expolicía municipal de Iguala, Honorio Antúnez Osorio, El Patachín. Todos fueron librados del delito de delincuencia organizada. A Macedo Barrera junto con Ríos Berber también se les decretó su libertad con reservas por el secuestro de los 43 normalistas desaparecidos hace casi cuatro años. José Gaspar es el único que pudo abandonar el penal federal de “El Rincón”, Nayarit; los otros tres acusados no podrán salir de la cárcel, porque enfrentan otros juicios por otros delitos como presuntos integrantes del Cártel de Guerreros Unidos.

Otro golpe

Aunque se les podrá reacusarlos si la oficina para el caso Iguala, que encabeza Alfredo Higuera, obtiene nuevas pruebas, este fallo es el segundo que se emite en menos de una semana y que cuestiona las investigaciones de las procuradurías de Justicia de Guerrero y General de la República (PGR). La primera emitida el 1 de junio y que ha sido cuestionada porque un tribunal colegiado, también de Tamaulipas, ordenó reponer el juicio contra siete acusados de integrar el Cártel de Guerreros Unidos, y que algunos especialistas consideran que se habría excedido en sus facultades al determinar cómo debiera integrarse una comisión de la verdad. Para resolverse en definitiva ese fallo llegaría el caso hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ahora, en este caso el juez, también de Tamaulipas, establece la tortura como razón para liberarlos en la causa penal 100/2014. Las declaraciones que el juez puso en duda fueron aquéllas en las que Ríos Berber y Macedo Barrera confesaron, primero ante la procuraduría estatal y luego ante PGR, que participaron en el traslado de 17 de los normalistas a Pueblo Viejo, para luego tirarlos en fosas clandestinas. El Cuasi, al que la PGR ubica como miembro de Los Tilos, declaró que el jefe de Halcones, David Hernandez Cruz, El Chino, le dijo “vete a halconear al centro (de Iguala) para ver qué hacen los ayotzinapos” porque de los que vienen en los autobuses vienen de los contras, Los Rojos a pelear la plaza, son pelones”. Esta operación se confirma con la intercepción telefónica que hizo la agencia antidrogas estadounidense DEA (por sus siglas en inglés), que dio a conocer ejecentral. En uno de sus celulares se confirmó que Ríos Berber tenía el teléfono de El Chino. El expolicía municipal Antúnez Osorio detalló en su declaración que un oficial de barandilla de Iguala fue quien entregó a una parte de los 43 normalistas que fueron detenidos a sicarios de Guerreros Unidos, agentes de Protección Civil y al grupo de Los Bélicos, in grupo parapoliciaco financiado por el cártel. José Gaspar confesó, en su caso, ser halcón de Guerreros Unidos.

¿Y las fosas?

A partir de las declaraciones de Ríos Berber y Macedo Barrera, las autoridades descubrieron varias fosas clandestinas. La primera de ellas días después de la desaparición de los normalistas y en la que se encontraron 28 cuerpos en Pueblo Viejo, muy cerca de lo que después se sabría era la casa de Gildardo López Astudillo, El Gil, uno de los lideres del Cártel. De la resolución aún no se conocen los detalles, pero este fallo no consideró, por ejemplo, uno de los celulares que se le encontró a Ríos Berber contenía alrededor de 60 fotografías de personas torturadas y asesinadas, porque -declaró entonces- acostumbraban a fotografiar a sus víctimas antes y después de matarlas. También aparecen imágenes de cuerpos en fosas clandestinas, lo que detonó la búsqueda de este tipo de entierros ilegales en la zona de iguala, encontrando los familiares en los primeros seis meses, después de la desaparición de los normalistas, más de 170 cuerpos. ES DE INTERÉS | La DEA ocultó la verdadera noche de Iguala Tribunal de EU ordena proteger investigación sobre Ayotzinapa “Antijurídico y aberrante” dictamen sobre caso Ayotzinapa: Iñaki Blanco ONU-DH celebra ‘inédita’ sentencia sobre Ayotzinapa; Estado debe “enderezar” la justicia ONU reafirma validez de sus hallazgos sobre el caso Ayotzinapa CIDH cuestiona filtraciones sobre Ayotzinapa; alertan de “carpetazo”

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