Ricardo Monreal vuelve al epicentro político

26 de Abril de 2024

Ricardo Monreal vuelve al epicentro político

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El senador electo está en la posición ideal para construir su proyecto rumbo a 2024: es operador clave de AMLO. “Es mi etapa culminante como político”, afirma

bnieto@ejecentral.com.mx / jonathanjnd@ejecentral.com.mx

›Siempre ha tenido prisa en la política.En sólo cinco años pasó de regidor a senadorde la República. Su estrategia cambia según la ocasión.Como gobernador perredista fue dispendioso enlos salarios, pero ahora como coordinador de Morenaen la Cámara Alta, su primera batalla será la austeridad

Todavía no cumplía ni un año al frente de la gubernatura de Zacatecas y en abril de 1999, Ricardo Monreal Ávila ya planeaba el siguiente escalón en su meteórica carrera política: la Presidencia de la República. Ese hombre grueso, forjado en el campo, con sombrero, bigote, y cinturón y botas piteadas, tenía prisa. Se sentía entonces con el impulso para alcanzar la cima muy pronto y comenzó a calcular, casi quirúrgicamente, sus siguientes pasos políticos. Para eso bien le había valido convivir al lado de la vieja clase política nacional, desde el líder de la CTM, Fidel Velázquez; hasta Emilio Gamboa Patrón, inmerso en el centro del poder desde los años setenta. Primero formó un grupo al que llamó Epicentro, que pensó le facilitaría su participación en las elecciones del siguiente año, en el 2000; en las que contendería por última vez el entonces perredista Cuauhtémoc Cárdenas. Los planes de Monreal los conocían pocos, apenas un grupo entrañable de compañeros muy compacto de la licenciatura de Derecho de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), pero después reunió a varios alcaldes en el municipio de Apozol —ubicado a casi dos horas de la capital del estado— y los convenció para sumarse a sus planes como parte de Epicentro. Entre ellos estaban Tomás Torres, Víctor Infante, Juan Carlos Lozano, Francisco Escobedo, José Antonio García Leyva, Le Roy Barragán y Arturo Nahle García, que reunían suficientes dividendos políticos, incluso algunos ya formaban parte del círculo rojo nacional. A pesar del trabajo y el entusiasmo, pronto quedó claro que no podría competir, y de inmediato pensó en la siguiente oportunidad. Para enero de 2002, recuerda Arturo Ortiz Méndez —actual dirigente del PRD en Zacatecas—, tuvimos una plática y de acuerdo a sus cálculos, debería competir contra Andrés Manuel López Obrador, quien había ganado notoriedad como jefe de Gobierno por la construcción de los segundos pisos en la Ciudad de México.

›“Le decía que desde Zacatecas no podíamos competir contra él, pues traíamos 500 millones de pesos para todo el estado y no alcanzaba políticamente contra el presupuesto del Distrito Federal”. De ahí surgió la idea de implementar “una acción extraordinaria” como el programa “Cero Corrupción”, porque de otra forma nose podía competir contra Andrés Manuel.

Parte de su estrategia incluía el protagonismo y la teatralidad de su gestión, para llamar la atención y hacerse publicidad. “Si en un recorrido se topa con un bache, es capaz de acostarse a nivel del bache, hablarle al jefe de obra para reclamarle hasta que se juntara toda la prensa”, sonríe Arturo Ortiz, quien lo conoce hace más de 30 años y ha trabajado con él, primero en la construcción de su campaña a la gubernatura, y posteriormente como parte de su gabinete en la Secretaría de Desarrollo Económico. El grupo Epicentro siguió funcionando, pero no prosperó. Monreal cumplió los tiempos de su gubernatura, hasta 2004, fecha en la que entregó su cargo a la otrora líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Amalia García Medina. Ahora, 14 años después, se convertirá nuevamente en senador, pero esta vez no será oposición sino gobierno, y será uno de los operadores clave de López Obrador, y así, por fin, abrirse a las puertas de la Presidencia para 2024. A partir de septiembre dirigirá la bancada de Morena y se considera uno de los más fuertes candidatos para presidir la Mesa Directiva, en los primeros meses en los que su grupo deberá aprobar leyes medulares para la operación del nuevo gobierno.

Es el momento culminante de mi vida pública”, asegura Monreal. Y lo es. Aunque tuvo diferencias serias con López Obrador el año pasado, porque quería ser jefe de gobierno de la Ciudad de México y el fundador de Morena no se lo permitió; esas heridas quedaron aparentemente sanas, gracias a su operación política en la región que López Obrador le asignó al norte del país, durante la campaña, y al final le aportó al movimiento cuatro millones 292 mil 505 votos en ocho estados del norte del país; es decir, el 14 por ciento del triunfo morenista. Eso, por ahora, le permite mantenerse en los primeros círculos de operadores del virtual presidente electo.

NOS ACOSTUMBRAMOS A GRANDES SUELDOS.
 YO CREO QUE ES ANTIÉTICO QUE GANES 500 MIL PESOS POR MES, O QUE LOS SENADORES GANEN 600 MIL PESOS O 500 MIL... EN UN PAÍS TAN
 POBRE CON TANTA DESIGUALDAD NO PUEDES.

1975

es el año en el que comienza la militancia de Monreal en PRI

Se volvió sofisticado

Los años favoritos de Ricardo Monreal deben ser 1986 y 1988, porque en tan sólo 730 días pasó de regidor a secretario de gobierno del Ayuntamiento de Fresnillo, luego a secretario de Acción Política de la entones poderosa Confederación Nacional Campesina (CNC) y terminó como diputado federal.

Derrota. En julio de 2006, Monreal, integró el comité para impugnar la elección presidencial en la que ganó Felipe Calderón. Foto: Cuartoscuro

En 1988, el año en el que el PRI sufrió su primera gran fractura interna, enfrentaba las elecciones más cuestionadas y la integración de un Congreso, por primera vez, contestatario, y era ese el mismo año en que Monreal se estrenaba como diputado federal, con apenas 28 años de edad. Aunque desde 1975 se había afiliado al PRI, llegaba a la Ciudad de México un poco huérfano políticamente hablando. Pero rápido se acomodó y encontró un tutor que lo impulsaría con gran ímpetu dentro de la bancada priista, justo lo que buscaba: al jalisciense José Luis Lamadrid Sauza, a quien sus discípulos llamaban de cariño “El Maestro Lama”, un hombre de muchas batallas, que conocía las entrañas del poder y que era aliado de Emilio Chuayffet. Esta alianza lo forjó, pero también lo mostró como un hombre antidemocrático, pues “fue muy agresivo contra la oposición. Estaba muy confrontado con la izquierda, con el PAN”, recuerda Jaime Enríquez Félix, quien fuera diputado en esa legislatura, la número LIV, por el Frente Cardenista. A partir de entonces, la oposición adquirió un nuevo rostro. En las sesiones, comenzaron a interpelar al presidente, a sacar pancartas, salirse de la sala en señal de protesta o lanzar vivas para hacerse escuchar y tratar de acallar al PRI, algo que era imposible porque todavía tenía la mayoría. En esta época, el cambio físico y de imagen de Monreal comenzó a notarse, no fue acelerado pero sí paulatino y definitivo. El analista político Flavio Vidales recuerda que dejó a un lado el pantalón vaquero y las botas, “se volvió más sofisticado”. Se le veía más de traje y comenzó a usar el corte de cabello que mantiene hasta la fecha. Tres años después, en 1991, se convirtió, como muchos, en chapulín. Saltó de San Lázaro a Xicoténcatl para ser senador de la República a los 31 años. Lo había logrado por sus buenos oficios políticos que comenzó a mostrar y hacer crecer. En el sector agrario Monreal se sentía muy cómodo, allí afianzó más su relación con los simpatizantes priistas, y lo hizo a través de simples ocurrencias que le funcionaban muy bien. Solía llegar a las rancherías, visitar a la gente y platicar con ellos de su cotidianidad. Un día se le ocurrió mandar a hacer unas tarjetas que comenzó a entregarles y en ellas se podía leer: “asesor del senador” y abajo una línea para poner su nombre o firma. A la gente le encantaba, porque en realidad asumía que era escuchada y colaboraba con su legislador.

›“Él fue creando esa estructura y lo había aprendido muy bien, cuando se da el rechazo del PRI la gente que ya estaba con él en el PRI no quería a otro más”, recuerda Le Roy Barragán, que lo conoce desde la universidad y fuera su secretario particular.

El PRI le había dado una carrera legislativa en 23 años de militancia, pero él quería más. En 1998 peleó por la candidatura para la gubernatura de su estado, pero no se la concedieron. El anuncio se hizo el 23 de enero de ese año y su nombre no fue pronunciado ni por la dirigencia priista ni por Genaro Borrego Estrada —quien como exmandatario tenía un voto de calidad y no quería a Monreal por su persistente protagonismo—, el elegido era Marco Antonio Olvera. Trece días después, Monreal anunció su salida del PRI. Pero no podía hacerlo sin aprovechar los reflectores. Ese mismo día, el fresnillense organizó una marcha a la que concurrieron entre cinco y 10 mil personas (depende la fuente que se consulte) y caminaron juntos por las principales calles de la ciudad de Zacatecas y así logró que se corriera la voz por todo el estado. Su salida se sumaba a una cascada que inició en 1988 y que alejó del partido oficial a varios de sus principales cuadros: Ricardo García Sainz (1993); Demetrio Sodi de la Tijera (1994); Enrique González Pedrero, Manuel Camacho Solís, Dante Delgado, Carlos Sansores Pérez y Marcelo Ebrard en 1995, y un años después Francisco Luna Kan. Por esta fuga de liderazgos y porque Monreal había hecho un gran escándalo de su salida, encendió los focos rojos en el partido tricolor. En esa misma semana, él y su secretario Le Roy Barragán, fueron convocados a una reunión en la Ciudad de México, con el entonces secretario de Gobernación, Francisco Labastida. Primero le pidió que conservara su militancia y le ofreció enviarlo a un consulado o una subsecretaría. La negativa de Monreal no se hizo esperar y la contestación de Labastida, tampoco: “Si se va, aténgase a las consecuencias, que usted las sabe muy bien. Seremos implacables”, sentenció Labastida.

Se apodera de Zacatecas

Como ocurrió con otros de sus compañeros priistas en fuga, Monreal se apersonó en las oficinas del PRD y se registró como militante. Poco después se convirtió en el candidato del partido de izquierda a la gubernatura. Barragán asegura que la estructura que le dio el triunfo a su amigo Monreal se basó en la cercanía que ya tenía con la sociedad y que alimentó durante 10 años. Hay versiones muy variadas sobre cómo ganó la gubernatura. Algunos, como el expanista Flavio Vidales sostienen que el ahora senador José Ascensión “Chon” Orihuela Bárcenas y José Guadalupe Guadarrama fueron “los grandes mapaches del PRI (que) trabajaron para la candidatura de Ricardo y fue del modo que ganaron Zacatecas”. Enríquez Félix tiene otra versión sobre el triunfo de Monreal en Zacatecas. Asegura que se percató de que Monreal no iba ganando. “Iban muy pegaditos, pero por debajo de José Marco Antonio Olvera Acevedo (candidato del PRI), entonces Andrés (Manuel López Obrador) habló con (Ernesto) Zedillo y el secretario particular, amenazando que ya habían ganado y que les habían cambiado la 
votación, y les dijo que ‘si no corrigen se iba a incendiar el país’, Zedillo cedió y 
sin contar los votos y le dan el triunfo a Monreal”. Sea cual sea la realidad, lo cierto es que Ricardo Monreal ganó oficialmente con 213 mil 804 votos. Obtuvo más de 27 mil votos de diferencia respecto a su competidor el PRI. NUESTROS ADVERSARIOS ESTÁN AGAZAPADOS ESPERANDO EL PRIMER ERROR, EL PRIMER YERRO, EL PRIMER FRACASO PARA HACERLO PÚBLICO.

Dispendio zacatecano

El 12 de septiembre de 1998 se estrenó como gobernador en Zacatecas, el primero que no llegaba bajo en nombre del PRI. Y desde el primer día comenzó a mover sus piezas en todos los sectores para lograr tener el control y la lealtad de los funcionarios. Aceptó, por ejemplo, el incremento del salario de los regidores de los ayuntamientos y de los diputados de la legislatura local. En la administración de Arturo Romo, su antecesor, los regidores de las principales poblaciones del estado; es decir, Zacatecas, Guadalupe y Fresnillo, ganaban cerca de seis mil pesos mensuales. En el gobierno de Monreal alcanzaron un salario de hasta 80 mil pesos esos mismos regidores. En el caso de los legisladores locales, su salario ascendía a 12 mil pesos durante la gestión anterior. Durante la administración monrealista alcanzaron los 100 mil mensuales, sin incluir las compensaciones.

5 libros

ha escrito Monreal, principalmente sobre aplicación del Derecho

Una historia similar es la del magisterio. Monreal Ávila hizo que el sindicato controlara las tareas de administración y el diseño de políticas educativas; creó 10 mil nuevas plazas para la Secretaría de Educación y Cultura (SEC); aumentó a 90 días el aguinaldo sin tener respaldo presupuestal, y dio el aval para la creación de 40 sindicatos de maestros desde educación básica hasta nivel superior. Para las cámaras de comercio, el método no fue amigable. Boicoteo e impuso a los dirigentes, todos ellos afines al gobernador. Tal fue el caso, por ejemplo, de Felipe Álvarez Calderón —padre del ahora legislador por Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez—, y quien estuvo al frente de la Canacintra estatal por orden de Monreal, sin que fuera empresario, simplemente un político que gozaba de su confianza. Una estrategia similar, de imposición y confrontación, utilizó con la jerarquía eclesial. Hacia la última década del siglo XX, Zacatecas era el segundo estado con más católicos en el país, atrás de Guanajuato. El gobernador les tumbó el 15 por ciento. “Con el clero se peleó al dar entrada a la entidad a cultos religiosos como los Testigos de Jehová, quienes en un congreso nacional llenaron el Estadio Francisco Villa”, aseguró Flavio Vidales. En 2004, al final de su sexenio, mandó a llamar a su amigo Le Roy Barragán Ocampo, entonces titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario. Moneal había decidido continuar con el proyecto Epicentro, para llegar a 2006 como candidato a la Presidencia, aprovechando —le dijo—, la popularidad ganada en su sexenio. Pero pronto se frenó su proyecto y cedió ante López Obrador. Epicentro quedó, por ahora, en suspenso.

En la Cuauhtémoc

Días felices. En el 2000, Andrés Manuel López Obrador, entonces aspirante del PRD al GDF, junto con Rosario Robles, Ricardo Monreal y Alfonso Sánchez. Foto: Cuartoscuro

Como jefe delegacional sólo permaneció dos años de los tres que le correspondían (octubre 2015 - diciembre 2017):

Primer informe:

Reportó la intervención de más de 230 calles, la renovación de drenaje en 25 de ellas, sustitución de banquetas en 91, y 17 mil desazolves.

La reducción al 40% de los más de 500 “tiraderos a cielo abierto”, y la recuperación de 52 espacios públicos en la demarcación.

Segundo informe:

Intervino 478 calles con obras de repavimentación, reparación de banquetas, guarniciones, infraestructura hidráulica y drenaje.

Reconstruyó y dio mantenimiento al Campamento La Ronda, en la colonia Ex Hipódromo de Peralvillo.

Lo que quedó pendiente:

La rehabilitación de la Zona Rosa, la cual siguió en obras hasta el primer trimestre de este 2018.

La inseguridad y la incidencia delictiva no cedió: la delegación ocupó en 2016 la primera posición en delitos de alto impacto como extorsión, robo con violencia, asalto a transeúnte y el robo a negocio.

La erradicación de giros como las llamadas “chelerías” en varios tianguis y locales en las colonias tampoco se cumplió a cabalidad, pues pese a los operativos para desmantelar este tipo de establecimientos, las denuncias continúan por su proliferación.

La circunscripción más difícil…pero no imposible

Marcha. En septiembre de 2000, por cinco días el entonces mandatario encabezó una caminata para pedir apoyo presupuestal del gobierno federal. Foto: Cuartoscuro

En febrero pasado, el ahora virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador nombró a cinco coordinadores de campaña regionales para cubrir la totalidad de los 300 distritos electorales en que se divide el país, para que incentivaran el voto.

El encargado de la segunda circunscripción fue Ricardo Monreal, quien la consideraba “la más complicada para Morena”, debido a que en las últimas votaciones sólo habían obtenido el 1.7% de las preferencias, al ser “una circunscripción que tiende al bipartidismo donde la izquierda ha tenido la más baja votación”.

El 1 de julio consiguió aportar un total de 4 millones 292 mil 505 votos en favor de López Obrador, lo que significó el 14.25% de los 30 millones 113 mil 483 votos que le dieron el triunfo al tabasqueño.

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