Deuda eterna

26 de Abril de 2024

Enrique Del Val
Enrique Del Val

Deuda eterna

El último día del mes pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), a cargo de la mexicana Alicia Bárcena, dio a conocer su estudio económico sobre nuestra región y, al igual que siempre, hay que reconocer la seriedad y profundidad del documento.

Aunque las noticias no son buenas, son las reales, así que hay que lidiar con ellas, más allá de las buenas intenciones que tengan los dirigentes políticos. El documento contiene gran cantidad de temas y me referiré a algunos que considero más importantes hoy para nuestro país.

El primero y más importante es que la Cepal confirma lo que muchos hemos mencionado sobre el crecimiento económico de la zona, es decir, que estamos en una trayectoria de desaceleración y cuando mucho creceremos en promedio en 0.5% para 2019. En la región se considera que habrá 21 de 33 países con desaceleración, y si nos concentramos en América Latina serán 17 de 20 países los que crecerán menos este año.

Claro que, como bien reconoce la Cepal, el fenómeno de la desaceleración es mundial, pues cuando mucho se proyecta un crecimiento global de 2.6%, totalmente insuficiente para poder satisfacer las necesidades de la población del planeta, lo cual manifiesta que el actual sistema económico ya no da para poder avanzar.

Pareciera anecdótico, pero resulta que las economías que más crecerán este año serán las del Caribe, quienes en conjunto lo harán al 2.1%, mientras que las peores cifras las tendrán Venezuela, Nicaragua y Argentina. Para nuestro país se proyecta un crecimiento de 1%, aunque como estamos viendo, la mayoría de los indicadores muestren que difícilmente llegaremos a esta cifra.

Las noticias son malas incluso para las economías dependientes de las exportaciones, ya que se presume que los precios de los productos básicos bajen a -5% con respecto al año pasado.

Entre los temas principales hay uno que marca la imposibilidad de seguir así, a menos de que se haga un cambio radical; es el referente al aumento en los niveles de deuda que, según dice la Cepal, para el caso de los llamados mercados emergentes alcanzó un récord histórico equivalente al 219% del Producto Interno Bruto (PIB), en el primer trimestre de este año.

Este es uno de los grandes problemas del sistema económico y mientras no se de solución, los habitantes de esos países, incluyendo el nuestro, sufrirán las consecuencias.

El aumento de la deuda global ya es considerado por la Cepal, con datos que lo confirman, como un fenómeno sistémico. En 1997, la deuda global era de 74 billones de dólares y para 2018 era de 257 billones de dólares, lo que actualmente representa un 317% del PIB mundial.

Son cifras difíciles de manejar y, sobre todo, de entender. Por eso el tema es sistémico, como bien apunta la Cepal, porque al final del día todos estamos involucrados y afectados.

Para los países en desarrollo, la deuda aumentó de 24 billones de dólares en 2008 a 44 billones en 2018. Y aquí juega un papel fundamental lo que se denomina en la jerga hacendaria como el sector corporativo no financiero, mismo que, por ejemplo, en Estados Unidos, ya representa el 122% del PIB, es decir la deuda más elevada que ha registrado ese país en más de 70 años y con una preocupación mayúscula, el deterioro de la cartera vencida.

Estamos en un momento crucial en el cual hay que dar un golpe de timón, si queremos que en verdad haya menos desigualdad y mejore el ingreso de los más pobres. Este momento pasa por darle la vuelta a la locura del endeudamiento de nuestros países porque de no hacerlo, el destino nos alcanzará y las deudas serán impagables, con los crecimientos económicos tan pírricos que estamos teniendo en la región y, sobre todo, en México.