La Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Guerrero restituyó al Ayuntamiento de Chilpancingo sus funciones de seguridad pública municipal, reincorporando a los elementos de la Policía Estatal a sus tareas habituales, luego de realizar investigaciones y confirmar que no están involucrados en el asesinato de los jóvenes Jorge Arturo Vázquez Campos y Marco Catalán Cabrera, secuestrados el pasado 30 de diciembre en una feria y encontrados sin vida días después en la carretera México-Acapulco. A través de un comunicado, la dependencia informó que, de los 125 elementos que integran la policía municipal, sólo uno permanece interno y vinculado a proceso en el Cereso de Chilpancingo; mientras que 12 policías están bajo investigación.
Los demás elementos no tienen impedimento legal alguno para seguir realizando las funciones de seguridad en el municipio”, precisaron.
Jorge Arturo Vázquez Campos y Marco Eduardo Catalán Cabrera habrían sido detenidos por elementos de la corporación municipal y encontrados sin vida días después con señas de tortura e impactos de bala; lo que había orillado a la Policía Federal y estatal de Guerrero a asumir el control de la seguridad en las calles de esta ciudad.