Foto @JasonBretWellsRedacción ejecentral
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se dejó ver por segunda vez con Mitt Romney, al que está considerando como secretario de Estado, una posibilidad que genera polémica en el círculo más cercano del magnate.
Ayer, la cadena MSNBC reveló que Trump está “furioso” por las críticas de su ex directora de campaña Kellyanne Conway contra Romney y porque dentro de su equipo hay un “creciente temor” a que la asesora esté “impulsando su propia agenda”.
Conway dijo en CNN y NBC que considerar a Romney como posible secretario de Estado es una traición de Trump a sus votantes y criticó la falta de experiencia internacional del exgobernador de Massachusetts.
“Yo estoy totalmente por la unidad del partido, pero no estoy segura de que el precio a pagar por ello sea el puesto de secretario de Estado”, indicó en CNN.
“La gente se siente traicionada al pensar que se le dé a Romney, quien hizo todo lo posible por cuestionar el carácter, la inteligencia y la integridad de Trump, el puesto más importante del gabinete”, comentó también en NBC.
Sin embargo, Conway aseguró que respetará la decisión del magnate, sea la que sea. “Sólo hay alguien que puede decidir el gabinete, y ese es el presidente electo Donald Trump”, afirmó.
Jason Miller, portavoz del equipo de transición, sostuvo que la segunda reunión permitirá a Trump pasar más tiempo con Romney, con quien no ha tenido mucho contacto hasta ahora. Señaló que el presidente electo “quiere asegurarse de que toma la mejor decisión para todos los puestos” de su futuro gabinete.
Además de Mitt Romney, el presidente electo considera otros dos nombres para secretario de Estado: el general retirado y ex director de la CIA, David Petraeus, a quien recibió ayer en la Torre Trump, y al senador republicano Bob Corker, con quien se reunirá hoy.
RB