¿Tú eres lo que comes?

12 de Mayo de 2024

Eduardo Penafiel

¿Tú eres lo que comes?

EDUARDO

›Con esta rutina y al abrir el basurero de lo orgánico de manera regular, te puedes dar una buena idea de los alimentos que no estás consumiendo y las principales razones.

Esa frase que se hizo famosa en una época en donde la obesidad en México empezaba a tomarse con más seriedad, representaba todo un movimiento. Sobretodo entre jóvenes que a principios de este milenio comenzaban a buscar alternativas más sanas para evitar ser gordos.

Hoy en día la podríamos modificar a “Tú eres lo que desperdicias” por el simple hecho que una tercera parte de la comida que se produce en México, termina en la basura. Esto quiere decir que 30 mil toneladas de alimentos se van a la basura cada día por diferentes razones: porque pasan su fecha de caducidad, no son aptos para comercializar (defecto en forma, empaque dañado) o simplemente porque compramos más de lo que comemos.

¿Cuánto representa este desperdicio en dinero? Alrededor de 120 mil millones de pesos al año que podrían alimentar a 12 millones de personas durante un año. En un país donde una cuarta parte de la población vive en pobreza alimentaria (unas 28 millones de personas) se vuelve un tema que debería de ser considerada una emergencia nacional. Pero la realidad es otra. El descontrol, poco monitoreo y regularización de la cadena de alimentos no es muy clara y muchas veces, ajena a nosotros. Cuando digo nosotros me refiero a todo aquel que va a un supermercado a comprar diversos alimentos para preparar comidas en casa o simplemente va a un restaurante y pide más de lo que se puede comer. Y aunque existen bancos de alimentos en México dedicados a la recolección de la comida que está por irse a un basurero o tiradero, el esfuerzo no es suficiente y es muy costoso.

Así que, ¿qué podemos hacer para aportar y tratar de ayudar a mejorar esta situación?

Un primer paso muy importante es contestar esta pregunta: ¿Cuánta comida que compras en el supermercado termina en el basurero? La manera de averiguarlo es separando la basura en desechos orgánicos e inorgánicos, un principio básico que en realidad ya deberíamos de llevar muchos años haciéndolo no sólo para ser más conscientes de lo que tiramos, sino también para ayudar al medio ambiente.

Con esta rutina y al abrir el basurero de lo orgánico de manera regular, te puedes dar una buena idea de los alimentos que no estás consumiendo y las principales razones. Un segundo paso igual de importante es anotar en una lista todos esos alimentos que ves y registrar la cantidad aproximada. Esto te ayuda para generar una lista mucho más real de lo que comes en cantidad y en repetición tu siguiente salida al supermercado. Al lograr esta rutina un par de meses, comenzarás a ver grandes beneficios, tendrás una percepción más clara del desperdicio y formarás parte de una gran tendencia: La tendencia del consumo inteligente. Esto tendrá un efecto positivo para tu vida impactando tres puntos importantes:

Consumo informado: Tendrás la habilidad de comparar calidad y precio, logrando que el gasto se convierta en una inversión y genere un ahorro considerable.

Alimentación saludable y sustentable: Al separar la basura y saber qué alimentos estás tirando, generas menos desechos. Además, esto de manera natural despierta tu interés por el origen de los alimentos, sus procesos y de donde provienen, apoyando lo artesanal y hecho en México.

Posición crítica: Sobretodo frente a la publicidad, pero también ante el problema de la crisis alimentaria que vive el país y en general el mundo entero. Esto hace que contagies a otros con tus prácticas y logres tener una influencia en tu círculo cercano, exponiendo la tendencia.

Tenemos que cambiar nuestra mentalidad y estilo de vida. Es decir, cambiar nuestra manera de pensar con respecto a que mientras más comida, mejor. El consumo inteligente no es la única respuesta o solución. Pero es un gran primer paso.

Experto en comportamiento humano. Fundador de 5upply.

@elpocas

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