Aideé Mendoza fue asesinada a consecuencia de una bala perdida al interior de un salón de clases del CCH Oriente, sostuvo la Fiscal General capitalina, Ernestina Godoy al dar a conocer el resultado final de los peritajes en torno a la muerte de la joven.
De acuerdo con las investigaciones, el homicidio fue perpetrado con una pistola Glock calibre 9 mm, la cual fue robada a un policía de la Ciudad de México.
Godoy Ramos aseguró que hay una persona detenida por robo de arma, sin embargo, no es posible vincularlo a proceso, toda vez que no existen pruebas suficientes para imputarlo.
Sobre el detenido, la fiscal indicó que su domicilio fue cateado e incluso se realizó una campaña de acercamiento con el personal del plantel y varios estudiantes, no obstante, nadie pudo constatar si fue visto cerca del CCH el día del asesinato de Aideé.
Hasta ahora, añadió Ernestina Godoy, el detenido puede ser imputado por otros delitos, como robo de productos y venta de droga.
Abundó en que, a la par de la investigación emprendida por la Procuraduría, tanto el Instituto Politécnico Nacional (IPN), como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hicieron peritajes por su cuenta y sus resultados fueron coincidentes entre sí.
Tras el asesinato de Aideé se abrieron una serie de especulaciones respecto a la forma en la que la bala la impactó, una de ellas refería que el proyectil provenía de un campo de tiro de la Secretaría de Marina, el cual se ubica muy cerca del plantel de la UNAM; otra versión, indicaba que el arma fue disparada desde dentro del aula.