En los últimos días, la caída de basura espacial proveniente de naves o transbordadores ha generado alarma entre algunas personas por los avistamientos de cuerpos extraños en el firmamento, pero el peligro real es mayor, ya que según un estudio publicado en Nature Astronomy, la posibilidad de que una persona sea golpeada por uno de estos fragmentos será hasta de 10% en la próxima década.
El peligro no ha pasado desapercibido para las agencias espaciales, ya que algunas de ellas han comenzado a implementar programas de reducción de su basura espacial. Una de ellas es SpaceX, que cuenta con cohetes reutilizables en algunos de sus lanzamientos, aunque las acciones aún no pueden considerarse suficientes, y según datos de la Universidad de Columbia Británica, es más rentable indemnizar a las posibles víctimas que controlar los desechos que se generen de la actividad espacial.
Entre las personas que mayor riesgo presentan de ser golpeadas por basura espacial se encuentran los habitantes del hemisferio sur, ya que las principales potencias espaciales como Estados Unidos y Rusia calculan las reentradas del desecho espacial lejos de sus propios territorios.
Actualmente se cuenta con únicamente un registro de una persona que fue golpeada por un desecho espacial. Se trata del caso de Lottie Williams, de Oklahoma, quien tras presenciar la caída de un satélite de la NASA en 1997, un fragmento del mismo, del tamaño de una lata de refresco, cayó sobre su hombro sin causarle daños significativos. En ese entonces, las posibilidades de que esto ocurriera eran de una en tres mil 200, pero el aumento de misiones y la incursión de empresas privadas en el ámbito aeroespacial, así como el aumento de la población en el planeta han incrementado esta probabilidad, lo que a su vez amenaza la gravedad del impacto.