La trayectoria de la Luna alrededor de nuestro planeta no es estática, y de hecho, cada año se aleja en promedio 3.78 centímetros.
Pero lejos de que represente un peligro para la vida en la Tierra, se trata de un fenómeno conocido y predecible, ya que va de la mano con la ralentización del movimiento en nuestro planeta. Esto a su vez provoca que el movimiento de la Luna aumente, debido al aumento de la fuerza centrífuga, que “empuja” al satélite.
Este fenómeno de alejamiento de la Luna es conocido desde 1969, gracias a la llegada de la especie humana al satélite. Y es que tras estar en el satélite, se instalaron una serie de reflectores, los cuales han servido para medir la distancia entre ambos cuerpos celestes por medio de la luz.
Distancia entre la Tierra y la Luna
Las mediciones, que se hacen de forma constante, son lo que ha permitido incluso determinar la distancia exacta que se interpone entre la Tierra y la Luna cada año.
De esta forma también se ha establecido, que, según este patrón, hace cerca de mil 400 millones de años, los días duraban tan solo 18 horas, lo que marcaba un ritmo de vida y condiciones terrestres totalmente distintas a las que conocemos hoy en día.
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Y aunque los casi cuatro centímetros de alejamiento cada año pudieran parecer una cifra muy alta, lo cierto es que los efectos que provoca son prácticamente nulos, ya que para ver un cambio en las mareas y la propia duración del día terrestre se necesitan miles de millones de años, y es incluso más probable que antes de que eso ocurra, el Sol se convertirá en un gigante rojo que absorberá a buena parte del Sistema Solar. BM
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