Saludar a una persona que vive cerca y nos cae bien, o a un amigo o amiga con el que nos identificamos, o toparnos con alguien que no es de nuestro agrado, influye de alguna forma y por un momento en nuestro estado de ánimo. Los emoticones o los likes provocan emociones similares y pueden tener gran influencia en nuestro día.
En realidad, es complejo el entramado de interacciones humanas que caracteriza la vida moderna, pero eso sí, todos los especialistas coinciden: las conexiones sociales emergen como un componente esencial de nuestra vida. Y si no tenemos ese componente, repercute en la salud, el bienestar y la resiliencia de las personas en todo el mundo.
En esta era de transformación por la vida digital, los números muestran que más de 70% de la población mundial se siente “muy conectada” o “bastante conectada”, cifra que engloba a cerca de 3.2 millones de personas en todos los países participantes en la encuesta realizada por Gallup y Meta.
›La complejidad de las relaciones humanas muestra que una de cada cuatro personas en el mundo, 24%, se siente “muy sola” o “bastante sola”. Este sentimiento tiene variaciones significativas según la región, desde 5% en Vietnam hasta 58% en Lesoto.
En el contexto latinoamericano, Panamá y Ecuador se ubican entre los países cuya población que se siente muy o bastante sola; seguidos de Perú y El Salvador donde las personas experimentan altos niveles de soledad.
El informe señala que estos datos ofrecen una visión sobre cómo se sienten las personas, pero subraya la necesidad de investigaciones adicionales para comprender las razones detrás de estos sentimientos.
Una posible explicación, según un estudio publicado en el periódico español El País, podría vincularse con la carencia de un sólido círculo familiar o amistoso, además de la limitación de recursos económicos.
¿Y México, qué?
Nuestro país presenta cifras que reflejan una percepción media en cuanto a conexión social. Con 70% de la población sintiéndose muy o bastante conectada, 34% reportando sentirse muy conectada, y 35% bastante conectada, tiene una posición intermedia en comparación con otros lugares del mundo. Sin embargo, 21% de la población experimenta una sensación de poco o nada conectada, y 8% declara sentirse nada conectada, resaltando la presencia de una proporción significativa de personas que podrían enfrentar desafíos en términos de conexiones sociales.
Estas interacciones constituyen redes sociales que contribuyen al mejoramiento de la salud y el bienestar, pero cuando escasean, su ausencia se percibe profundamente, lo que subraya la necesidad humana de la compañía de otros. En pocas palabras, la gente necesita de más gente.