El máximo tribunal de apelaciones de Egipto anuló hoy la última condena a cárcel que pesaba sobre el derrocado expresidente Hosni Mubarak por un caso de malversación de fondos públicos y ordenó la repetición del juicio, abriendo la puerta a su liberación.
El veredicto de la Corte de Apelaciones revoca un fallo anterior, que condenó a Mubarak a tres años de cárcel y a sus hijos, Alaa y Gamal, a cuatro, mientras otros acusados eran absueltos. Los abogados de Mubarak recurrieron esa sentencia. Es el único proceso que mantiene a Mubarak tras las rejas.
Un funcionario de la fiscalía dijo que una vez se ha ordenado la repetición del proceso, no hay base legal para que el ex mandatario sigua en prisión. La fuente habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar con los medios.
Añadió que “el papeleo se está procesando " para la salida de la cárcel de Mubarak pero declinó especular sobre si sucedería o cuándo.
Mubarak fue absuelto en noviembre de 2014 por el asesinato de manifestantes durante la revuelta de 2011 que lo derrocó, después de que un juez determinara que los cargos eran “inadmisibles” por un tecnicismo. Pero el mismo juez también describió el alzamiento en Egipto —uno de los primeros que barrió la región en lo que después se conocería como la Primavera Árabe— como parte de una supuesta “conspiración americano-hebrea” para socavar los países árabes en beneficio de Israel.
Ese veredicto fue un golpe a los grupos pro democracia y organizaciones juveniles que abanderaron la “revolución” contra Mubarak.
La decisión del martes podría abrir la puerta a que Mubarak saliera libre, cuando un nuevo tribunal revise el caso. El tribunal puede ordenar que Mubarak salga en libertad a la espera de juicio.
Sin embargo, el abogado de Mubarak, Farid el-Deeb dijo al diario estatal Al Ahram que creía que el ex presidente era un hombre libre desde que se anunció el veredicto del martes.
El proceso por corrupción, al que los medios egipcios conocen como el “caso de los palacios presidenciales”, está relacionado con acusaciones de que los tres Mubarak desviaron fondos del gobierno por 100 millones de libras egipcias (14 millones de dólares) durante una década hacia el final del gobierno del patriarca. Los fondos estaban dirigidos para renovar y mantener palacios presidenciales, pero en su lugar se gastaron en mejorar las residencias privadas de la familia.
Además, se multó a Mubarak y a sus hijos con 21,1 millones de libras egipcias (2,9 millones de dólares) y se ordenó que reembolsaran 125 millones de libras egipcias (17,6 millones de dólares) a las arcas del estado.
Los tres acusados devolvieron unos 120 millones de libras egipcias en relación con el caso, con la esperanza de que se retirasen los cargos, pero el proceso en su contra continuó de todos modos.
Mubarak, de 86 años y depuesto en febrero de 2011, lleva en prisión desde abril de ese año.
Actualmente permanece detenido en un hospital militar en el sur de El Cairo, el mismo en el que permaneció tras ser puesto en libertad en 2013, antes de ser condenado por malversación.
Según la prensa egipcia, el exdictador podría permanecer en ese mismo hospital una vez que se haga efectiva su puesta en libertad.
Con información de Agencias