Deborah Martínez

25 de Abril de 2024

Deborah Martínez

Luego de que Ucrania comenzara a reportar avances sobre áreas dominadas por Rusia, la situación en la región ha tomado un giro aún más difícil en los últimos días
La invasión de Rusia sobre Ucrania hoy parece que más que una operación táctica, es una guerra de orgullo, derivada de la vanidad de un hombre que, por no reconocer la derrota, no se sentará a negociar
Para hacer frente a la denominada “rusofobia”, Moscú ha dado inicio a un plan de reivindicación y reformulación de su imagen utilizando todos los medios, y esto incluye América Latina, particularmente México
Moscú y el mundo se ha sorprendido por la resistencia y fortaleza de los ucranianos, que pese a enfrentar a uno de los ejércitos más fuertes del mundo, no ha caído derrotado
La nación enfrenta un “dilema” frente a la crisis energética desatada en Europa tras la invasión rusa a Ucrania, aunque podrían salir de esta crisis en tanto comiencen a invertir en otras formas de insumo
En la medida en que la guerra frena el acceso a servicios y bienes queridos en Rusia, otros productos análogos están cobrando importancia para escuchar música, ver películas, hacer operaciones internacionales y hasta comprar productos de foráneos
En su deseo por la victoria, Rusia ha endurecido sus prácticas de silencio y de represión; desde damnificados que no se anuncian, otras que no se contabilizan y hasta enemigos internos que pasan desapercibidos, y a largo plazo, esta guerra silenciosa le puede salir más cara a Moscú
Cada especialista opina sobre las semejanzas con aquél periodo de la historia que concluyó en 1991; hay coincidencias y diferencias, pero un factor central es la compleja economía que une al mundo
Desde la Duma llegó la idea de que México se uniera al nuevo G8, economías aliadas a Rusia; el mensaje lanzado desde euroasia, después del desaire de AMLO a la Cumbre de las Américas, muestra el cambio en la conducción de política exterior mexicana, que se aleja de Estados Unidos y la OTAN
Una de las principales fuentes de ingresos se está convirtiendo el dinero que estudiantes del mundo, en busca de una educación de calidad, aportan cada año al inscribirse en las universidades en el país euroasiático; una oportunidad también para inyectar algo de ideología