La operación de cárteles y grupos delictivos dedicados a la fabricación de tráfico de drogas sigue contribuyendo a los “altos niveles de violencia en México, en particular de homicidios”, alertó la Organización de las Naciones Unidas.
En el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) 2023 de la ONU, se informó del aumento de la producción de tráfico de drogas sintéticas en el país, en comparación con drogas como la cocaína, la mariguana o la heroína, cuyas incautaciones han ido a la baja.
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De acuerdo con el informe, entre 2020-2021 el aseguramiento de fentanilo aumentó más de 236%, al pasar de 168 kilogramos en 2021, a los menos de 50 kg incautados un año antes; en el caso de la metanfetamina en 2021 se alcanzaron las 4.7 toneladas, frente a la 1.36 toneladas de 2020.
“En diversas regiones de México se han ido destruyendo de manera continuada equipo y estupefacientes ilícitos incautados, a menudo en grandes cantidades”.
Aumenta violencia
Respecto a la violencia homicida generada por la “fabricación y el tráfico ilícito de drogas por cárteles y grupos delictivos”, la Junta señala que estos “siguen contribuyendo a la existencia de altos niveles de violencia en México”.
En ese sentido informo que, según datos del Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) si bien las tasas de homicidios dolosos o intencional han “disminuido ligeramente” en los últimos años, se mantienen entre “las más altas del mundo”.
Al respecto se indica que la tasa de más de 28 homicidios por cada 100 mil habitantes que se registró al cierre de 2021 se ha mantenido en los años 2022 y 2023.
Crece consumo
Con base en información del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas el informe de la ONU advierte sobre el aumento en el consumo de metanfetamina.
“México atraviesa una transición epidemiológica en cuanto a la demanda de tratamiento por consumo de metanfetamina y está experimentando un aumento de los ingresos a tratamiento en un mayor número de estados”.
Al respecto, se indica que de 2017 y 2022 el número de entidades que registraron ingresos por el consumo de dicha droga aumentó 250%, al pasar de seis a 21 estados.
En ese periodo, señala el reporte, el consumo de metanfetamina, éxtasis y estimulantes aumentó un 218 por ciento. Y en 2022, esas sustancias representaron más del 46 % de las solicitudes de tratamiento.
Falla atención médica
El informe de la JIFE señala que, si bien en general se ha incrementado la capacidad de los centros de salud para la atención de la adicción de diversas drogas, “sigue resultando difícil prestar atención médica especializada y apoyo de enfermería, así como incorporar la perspectiva de género”.
Lo anterior debido a que, aunque más de la mitad de los centros del país reciben financiación de la Secretaría de Salud, sólo el 8% atiende a personas sin hogar, los grupos indígenas o personas migrantes reciben atención en el 6% de estos centros, mientras que las personas desplazadas y refugiadas representan el cinco por ciento de la atención. JND
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