Brasil, Colombia, Ecuador y México lograron evitar que ocurrieran alrededor de 300 mil muertes infantiles entre 2000 y 2019 gracias a la implementación de la atención primaria de salud. Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista The Lancet Global Health esta semana.
La investigación también encontró que si estos países mantienen la estrategía de atención primaria podría evitar más de 140 mil muertes infantiles para 2030 incluso en un escenario de crisis económica.
El estudio, coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, es “el primer intento integral de evaluar el impacto de la atención primaria de la salud como macroestrategia en cuatro países que representan la mayoría de la población (62%) en América Latina”, afirma en un comunicado Davide Rasella, líder del equipo que hizo la investigación.
Seguro Popular, entre los destacados
Diversos países de América Latina y el Caribe, incluyendo los cuatro analizados, comenzaron a reformar sus sistemas de atención de salud en los años 90 desarrollando “formas de monitorear las mejoras en la calidad de la atención, mejorar la atención primaria de salud, descentralizar la gobernanza de la salud, reforzar las medidas regulatorias y aumentar la eficacia”, escribió el equipo de investigación.
En el reporte de la investigación se destacan esfuerzos como la Estratégia Saúde da Família (Estrategia de Salud Familiar) de Brasil, que busca lograr la cobertura sanitaria universal dentro del Sistema Único de Salud de Brasil (el cual amplió su cobertura del 6.6% en 1998 al 62.6% en 2019), y el Seguro Popular de Salud implementado 2004 en México.
Sobre el ahora desaparecido Seguro Popular de Salud el equipo de investigación destaca que llegó a “incluir a 51 millones de personas en 2019 (aproximadamente el 41% de la población de México)”.
Conclusiones
El análisis encontró que una alta cobertura de atención primaria de salud se asocia con reducciones de casi el 30% en la mortalidad entre los recién nacidos y los niños menores de cinco años en general.
Los efectos de la atención fueron particularmente fuertes e importantes en presencia de condiciones de salud relacionadas con la pobreza (como la anemia y la desnutrición) y las enfermedades prevenibles mediante vacunación.