Crimen ha reclutado a más de 30 mil niños en México

14 de Mayo de 2024

Crimen ha reclutado a más de 30 mil niños en México

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Advierten que los menores se han convertido en “los desechables” de la delincuencia organizada

A Gerardo, un menor recluido por secuestro y homicidio calificado, le gustaría “volver en el tiempo para pensar mejor las cosas”. Su entrenamiento como parte de un grupo del crimen organizado al norte del país culminó cuando asesinó a su primera víctima; allí le dijeron, como a cualquier otro niño, que se “trataba de un juego”, solo que el objetivo era torturar a la persona frente a él hasta la muerte.

Como él, miles de niñas, niños y adolescentes en México son captados por el crimen organizado, así lo alerta el último informe de la asociación civil Reinserta, en el que se estima que más de 30 mil menores de edad han sido reclutados por diferentes grupos delictivos para tareas que van desde la vigilancia, hasta el narcomenudeo y el sicariato.

Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de los Niños, señaló durante la presentación de este informe que “se habla de nuestra niñez, pero que este plural se acaba cuando un menor cae en la delincuencia organizada, lo que lo expulsa de la sociedad”, además, la activista recordó que, según acuerdos internacionales, un niño que pertenece a estos grupos fue una víctima primero.

Entre los principales hallazgos de Reinserta, que dividió su análisis en tres zonas del país y siete estados, se encuentra que ningún centro penitenciario tiene registros de menores recluidos por crimen organizado, pero sí por otros delitos asociados a estos grupos; de hecho, 67 de los 89 entrevistados para el estudio se reconocen como parte de estas agrupaciones.

Tamaulipas es la entidad con el mayor número de menores encarcelados entre los estados analizados en este estudio, mientras que Nuevo León ocupa el segundo lugar y el Estado de México completa la lista de mayor incidencia en estas zonas.

Los grupos delictivos prefieren reclutar a menores de edad porque cumplen penas más cortas por delitos graves como secuestro u homicidio; es por esto que los delincuentes han puesto especial interés en niños de hasta 8 años, aunque el promedio nacional es de 12 a 15 años, que generalmente llegan a estas agrupaciones por invitación de algún amigo o por iniciativa propia.

Algunos menores llegan a los cárteles de manera forzada, es decir son secuestrados para servir estos grupos luego de pasar cierto entrenamiento, pero en realidad esta modalidad es la menos frecuente en las tres zonas analizadas; el estudio también encontró que la marihuana era la droga de enganche en todos los estados contemplados en el estudio.

Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano, aseguró que “ser niño en México es peligroso, ya que son víctimas de todo tipo de violencia y están siendo olvidados por el Estado”, además calificó el escenario actual como “terrible” debido a que no existen políticas de seguridad.

El reporte de Reinserta detectó que existen diferentes características entre los menores reclutados por los grupos del crimen organizado; por ejemplo, en el norte del país la violencia es más alta, pero también lo es la paga, que puede alcanzar hasta 35 mil pesos a la quincena, una cantidad que alivia muchas de las disparidades y necesidades de los pequeños.

Pero estas diferencias no solo se enfocan en la paga o el nivel de violencia, el estudio detecto que las penas impuestas por los jueces para estos jóvenes es variable según la zona, y es que mientras en la zona norte la delincuencia organizada invierte en la defensa jurídica de sus integrantes, en el sur no sucede algo similar, por lo que estos detenidos quedan más expuestos a castigos severos.

Los relatos recopilados por Reintegra exponen que la tortura por parte de las autoridades es una práctica común en todas las regiones analizadas, lo que “propicia mayor vulnerabilidad porque la autoridad se vuelve participe en violación de derechos humanos”

Josefina Vázquez Mota, legisladora y presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia, reconoció que “hoy niños, niñas y adolescentes son, lo digo con profundo terror y dolor, los desechables del crimen organizado”.

La investigación destaca los principales factores de vulnerabilidad para que los menores de edad puedan ser captados por el crimen organizado. En el ámbito familiar, el abandono, la negligencia y la inestabilidad, aunado a ciertos grados de violencia, facilitan la captación de estos niños y adolescentes que son reclutados debido a su vulnerabilidad.

Además, estas circunstancias también impactan en la salud mental y emocional de los menores de edad, un factor que también es determinante para que los grupos del crimen organizado pueden reclutarlos con mayor facilidad, e incluso, la mayoría abandona la escuela en las primeras semanas de comenzar su trabajo dentro de estos grupos.

Mercedes Castañeda, cofundadora de Reinserta, destacó que “el país está atascado de niños y niñas que están entrenándose en la sierra con armas, que están siendo la presa perfecta para la delincuencia organizada, nada más que no los hemos logrado ver todavía”, esto debido a la falta de datos contundentes por parte de las autoridades responsables.

El informe también reconoce el impacto de la narcocultura en estos menores, ya que “determina modelos a seguir y moldea la identidad o personalidad” de los niños, niñas y adolescentes; además, estas agrupaciones utilizan “las creencias religiosas” para establecer lazos entre sus miembros, lo que se refleja en un sentido de pertenencia familiar en todas las zonas del estudio.

Marina Flores, líder del estudio de Reinserta, puntualizó que “existe una relación de admiración y lazos afectivos muy fuertes con las figuras de autoridad de la delincuencia organizada. Niñas y niños fungen como reclutadores de otras niñas, niños y adolescentes”, mientras que Mercedes Castañeda sostuvo que “las series y las películas de los narcos guapísimos y llenos de mujeres tienen un efecto en nuestros niños y niñas, la narcocultura tiene efectos en la ideología”.

La titular del Programa de Prevención del Delito y la Violencia de la Organización de las Naciones Unidas, Ana Echeverri, alertó que el tema del fondo es la violencia generalizada en el país, que se agudiza debido a la falta de datos, las políticas públicas atomizadas y la falta de presupuestos integrados o muy limitados.

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