El presidente Abdel Fatah Al Sisi prolongó el martes el estado de emergencia en Egipto durante tres meses debido a la “situación de seguridad y sanitaria crítica” en el país, inmerso en la lucha contra la pandemia de covid-19.
“Teniendo en cuenta la situación de seguridad y sanitaria crítica (...) el estado de emergencia fue decretado en el conjunto del país durante tres meses a partir del 28 de abril a la 01:00 de la mañana”, establece el decreto publicado en el diario oficial, en la madrugada del martes.
Esta enésima prolongación tiene lugar en un contexto en el que Egipto registró oficialmente 4 mil 782 casos de contagio, de los que fallecieron 337.
Instaurado en abril de 2017 tras los sangrientos atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra iglesias coptas en las ciudades de Tanta y Alejandría (norte), el estado de emergencia rige desde hace tres años sin interrupción.
La legislación de excepción amplia de forma considerable los poderes de la policía en materia de detención, vigilancia, y puede imponer restricciones a la libertad de movimiento.
Las organizaciones de defensa de los derechos humanos denuncian a menudo los ataques a las libertades individuales en Egipto, donde el presidente Al Sisi impone, desde su llegada al poder en 2014, una feroz represión contra toda oposición islamista o liberal.
La semana pasada, el Parlamento egipcio ratificó varias enmiendas al estado de emergencia, otorgando más poderes al presidente en caso de “estado de urgencia sanitaria” para frenar la propagación del nuevo coronavirus.
A partir de ahora, el presidente puede decidir el cierre de las escuelas, las universidades y las administraciones. También puede ordenar que los centros médicos privados se pongan al servicio de la salud pública.