El pueblo de la Ucrania independiente

20 de Abril de 2024

El pueblo de la Ucrania independiente

Ucrania independiente

Moscú y el mundo se ha sorprendido por la resistencia y fortaleza de los ucranianos, que pese a enfrentar a uno de los ejércitos más fuertes del mundo, no ha caído derrotado

Corría el año de 1991 y la Unión de Repúblicas Socialistas y Soviéticas (URSS) daba sus últimos alientos de vida. El sueño había terminado, la fraternidad entre las distintas repúblicas ya había llegado a su fin, producto de un gobierno corrupto y una profunda crisis económica.

En la década de 1980, el gobierno central, encabezado por Mijaíl Gorbachov, había intentado detener el colapso de la federación, a través de reformas políticas (glasnost) y un proyecto de restructuración económica (perestroika), pero la desigualdad social y la pobreza habían hecho resurgir viejos sentimientos nacionalistas a lo largo de todo el territorio de la Unión.

La implosión de la URSS era inminente. En Kiev, un referéndum llevado a cabo en julio de 1990 ya había decidido que Ucrania debía ser una nación independiente. La acción se postergó un año, por dudas internas dentro de la Rada Suprema de Ucrania, pero finalmente el 24 de agosto de 1991 el país se declaró independiente de Rusia.

A poco más de tres décadas de haber logrado su propia soberanía, hoy Ucrania se encuentra amenazada. Hace seis meses el ejército comandado por Vladimir Putin ingresó al territorio de la región del Donbás, iniciando una guerra en contra de su vecino.

“Enfrentamos este día en diferentes circunstancias, condiciones e incluso en diferentes zonas horarias, pero con un objetivo: ¡preservar la independencia y la victoria de Ucrania! Todos unidos”, dijo el presidente Volodomir Zelenski el pasado miércoles 24, día de la Independencia. Una celebración que este 2022, resultó agridulce para el país.

Medio año después de que iniciara la invasión rusa sobre Donetsk y Lugansk, 92% de los ucranianos están convencidos de que Ucrania vencerá a las tropas del Kremlin, según una encuesta del Centro Razumkov, una casa de análisis en Kiev.

Y es que mientras que los líderes militares de Rusia auguraban una victoria rápida y contundente sobre Ucrania, Moscú y el mundo se ha sorprendido por la resistencia y fortaleza del pueblo ucraniano, que pese a enfrentar al que se decía era uno de los ejércitos más fuertes del mundo, no ha caído derrotado.

Los daños registrados

La resistencia ucraniana no ha sido fácil. De acuerdo con datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH, por sus cifras en inglés), hasta el 22 de agosto, cinco mil 587 civiles habían muerto en Ucrania debido a la guerra, en tanto que otros siete mil 890 resultaron heridos.

A lo anterior, se suman 248 casos de detención arbitraria, 12 de desaparición forzada, 89 de tortura, 23 de violencia sexual y 50 ejecuciones sumarias registrados en el país por la ACNUDH del 24 de febrero al 15 de mayo, datos más recientes publicados.

Además de la violencia registrada, la invasión también ha supuesto el abandono de miles de hogares. Según la Organización Internacional para Migraciones (OIM), a seis meses de iniciado el conflicto más de 13 millones de personas han tenido que desplazarse interna o externamente de Ucrania.

“Yo no quería irme de la ciudad, porque mis abuelos se quedarían atrás. Solo cuando vinieron por nosotros en Járkov, decidí huir de la guerra”, revela el testimonio de una joven desplazada recolectado por la OIM.

Como ella, miles de refugiados se encuentran en Europa donde ahora es muy común escuchar la lengua ucraniana, cuando hace unos meses no se hacía, y es que de acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, por sus cifras en inglés), del 24 de febrero al 23 de agosto, 6 millones 858 mil 825 personas han huido de Ucrania hacia Europa, principalmente a Polonia. Un número que seguirá aumentando hasta que acabe el conflicto.

Pero para la población que se marchó, no será fácil volver, ya que de acuerdo con una investigación elaborada por la Escuela de Economía de Kiev, 130 mil edificios, entre ellos casas, departamentos, escuelas, centros comerciales, hospitales y otras infraestructuras han sido destruidos durante el conflicto, mientras que 311 puentes han sido dañados; 180 mil automóviles destruidos o incautados; y más de 24.8 mil kilómetros de carreteras se han visto afectados.

Sumados los daños a infraestructuras y las pérdidas de la industria, el impacto de la guerra se traduce, según el estudio de la Escuela de Economía de Kiev, en una pérdida total valuada en 129.7 mil millones de dólares. Una cifra a la cual el país debería inyectar otros 70 mil millones, es decir, un total de 200 mil millones de dólares, para alcanzar la completa recuperación de la economía, por supuesto, si la guerra se detuviera ahora, pero los hechos parecen indicar que se prolongará hasta una fecha indeterminada.

La invasión de Ucrania ha sido dura, pero en medio del caos hay esperanza, y es que ante todo pronóstico Ucrania no ha caído derrotada, sino que sigue enfrentando a una nación más fuerte y poderosa.

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Nacionalismo. Un dron que enarbola una bandera nacional ucraniana sobrevuela el monumento a la Patria durante el Día de la Independencia de Ucrania. Foto: AFP

De pie y hacia delante

Los seis meses que han transcurrido desde aquél 24 de febrero, han revelado a una Rusia incapaz de avanzar en Ucrania más allá de los territorios que el país ha controlado desde 2014 cuando se anexó Crimea.

A pesar de los intentos de Moscú, durante la invasión las fuerzas armadas sólo han podido tomar la zona del Jerson y Sebastopol, además de Donetsk y Lugansk, regiones en las que ha influenciado desde 2017.

La actual ocupación rusa representa un 20% del territorio de Ucrania, sin embargo, las áreas tomadas no son las zonas que el Kremlin esperaba controlar luego de seis meses de operación, y menos por el costo que ha pagado por ellas, ya que según datos del Ministerio de Defensa ucraniano, al menos 45 mil 700 oficiales rusos han muerto en combate.

Durante los primeros meses de la guerra, el ejército ruso intentó avanzar sobre tres áreas de gran importancia para Moscú: la capital política, Kiev; el área de desarrollo industrial y la segunda urbe más grande de Ucrania, Járkov; y la histórica fuente de energía nuclear, Chernóbil, un gran símbolo de nacionalismo.

A pesar de que en algún momento de este año el ejército ruso avanzó sobre estas regiones, la falta de una estrategia, de soldados capacitados, de equipo y de recursos, terminó en la retirada rusa de esos territorios. Lo que evidenció las deficiencias de las fuerzas armadas rusas y la planeación y carencias del gobierno.

Por el contrario, en la nación euroasiática, cada día se registran más bombardeos en estados fronterizos a Ucrania como Belgorod, Rostov o Vorónezh. Ataques que han alcanzado a Moscú, donde el pasado 20 de agosto fue asesinada en un atentado supuestamente orquestado por ucranianos, Daria Dúguina, hija de un asesor de Putin.

“Creo que Putin probablemente está en shock porque su campaña militar está fracasando”, comentó a ABC Noticias, Mick Smeath, vicemariscal aéreo del Reino Unido. Y es que según explicó, el país “está llegando a un punto en el que sus tropas se están estancando y están logrando avances muy, muy insignificantes, mientras que los ucranianos se defienden con fuerza”.

La capacidad de resistencia de Ucrania tiene mucho que ver con la ayuda que el país ha recibido de naciones aliadas, ya sea en donaciones o a través de equipo militar o programas de capacitación. La Fundación Devex calcula que del 24 de febrero al 16 de agosto, Ucrania ha recibido más de 100 mil millones de dólares en asistencia, la mayor parte de Estados Unidos, quien precisamente el 23 de agosto anunció un nuevo paquete de ayuda militar por tres mil millones de dólares.

En contraparte, Rusia ha sido golpeada por más de nueve mil sanciones desde el inicio de la invasión, según el conteo de la Organización Castellum AI, poniendo al país en un gran estrés económico.

Desde la salida de sistemas de pago como VISA y MasterCard hasta el cierre de grandes empresas como McDonald’s o Shell, Rusia ha visto su economía transformada en los últimos seis meses, obligando al gobierno a redirigir el ingreso a sectores estratégicos, a la par que lo reduce en otros importantes.

En el mediano y largo plazo, casas de análisis como Fitch Ratings esperan que esta estrategia ocasione una gran recesión y la caída de la economía rusa, hoy en día ya reflejada en la inflación, la cual, de acuerdo con la encuesta de expectativas de agosto del Banco Central de Rusia, se espera que aumente de manera interanual 20.5%, cifra no antes vista desde 2001.

Pero mientras Rusia pierde inversión y aliados estratégicos, el gobierno ha logrado recuperar la confianza de la población, contradiciendo las expectativas de Occidente. El 20 de febrero, cuatro días antes del inicio de la operación militar, el presidente Vladimir Putin tenía la confianza del 60.7% de sus habitantes. Los datos más recientes, publicados el 14 de agosto, revelan que el presidente goza del 80% de la aprobación ciudadana, según una encuesta elaborada por el Centro Ruso de Investigación de Opinión Pública (VTsIOM, por sus siglas en ruso).

Su homólogo ucraniano no se queda atrás. El presidente Volodomir Zelenski se ha convertido en toda una celebridad. Desde discursos en eventos como los MTV Awards hasta su aparición en la portado de Vogue, el mandatario se ha ganado el favoritismo de su gente y de la comunidad internacional, no sólo por permanecer en la zona de guerra durante los ataques más severos a Kiev, sino por la construcción de alianzas estratégicas que le han permitido al país no hundirse de cara al temido ejército ruso.

“¡Por el pueblo libre de la Ucrania independiente!”, pronunció Zelenski el 24 de agosto. Hoy sus palabras llegan con más fuerza a los corazones no sólo de sus ciudadanos, sino del mundo entero ante una crisis que parece no tendrá conclusión en el futuro cercano.

Nacionalismo. Un dron que enarbola una bandera nacional ucraniana sobrevuela el monumento a la Patria durante el Día de la Independencia de Ucrania.

el dato. Tras seis meses de Guerra, el presidente Vladímir Putin, ordenó incorporar a más de 130 mil militares al ejército ruso.