De acuerdo con un comunicado del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la sesión de la Asamblea General del CIDE, que había sido citada este viernes a las nueve de la mañana para hacer modificaciones al Estatuto General del Centro, se pospuso hasta nuevo aviso debido “a que algunos Asociados recibieron la carpeta de la sesión minutos después de la hora requerida para cumplir con el requisito temporal”.
Sin embargo, profesores y alumnos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que estaban haciendo una protesta pacífica afuera de la sede del Conacyt, con cierres ocasionales de la circulación y cacerolazos, consideraron que habían obtenido una victoria “contra el autoritarismo y el pensamiento único”.
Si bien la forma de presión más evidente fueron los cacerolazos, hubo otras; por ejemplo, el abogado, politólogo y profesor del CIDE Javier Martín Reyes presentó esta mañana una denuncia ante el Órgano de Control Interno de Conacyt señalando que la reunión de hoy de la Asamblea General del CIDE, que había sido citada desde el 7 de enero, era ilegal.
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En su denuncia señaló que de acuerdo con el artículo 42 del Estatuto vigente, corresponde al Consejo Académico del Centro “conocer y aprobar toda modificación a los estatutos de la asociación previo a su sometimiento” a la Asamblea General; sin embargo, añade Reyes, el proyecto de reforma no se ha presentado al Consejo Académico.
También se ejerció presión a la titular de la Secretaría de Energía (SE), Tatiana Clouthier. A través de Twitter se le recordó el compromiso que hizo en mayo del 2018, ante los alumnos del CIDE, de proteger a la institución.
“Asumimos nuestra responsabilidad en la Asamblea, por ello, hemos votado consistentemente y lo seguiremos haciendo para defender los intereses de la institución” contestó Clouthier. En la anterior reunión de la Asamblea, los representantes de la SE y el INE se pronunciaron en contra de la designación de José Antonio Romero Tellaeche como director general del CIDE, contradiciendo a Conacyt, que dijo que la votación había sido unánime.
Ha habido otras formas, como los mensajes a Silvia Giorguli Saucedo, quien como directora del Colegio de México forma parte de la Asamblea o como un profesor del CIDE que todos los días manda un correo electrónico a Romero invitándolo a renunciar.
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