Este 2024, tendremos en México elecciones federales, estatales y municipales; así que estamos próximos a ser víctimas de la lluvia de spots, producto de las campañas con fines electorales para que los ciudadanos otorguen su voto a favor de la opción que más les convenga o convenza. Esto cuando era niña no ocurría, las campañas electorales eran con muchos carteles colgando de los postes de luz, con personas pegando etiquetas publicitarias, etc. Es evidente que no había tantos medios de comunicación y mucho menos plataformas digitales e inteligencia artificial. Había muchas campañas periódicas de concientización de varios temas como:
Ojo, mucho ojo, “cuéntale a quien más confianza le tengas”;
El sida, sí da, usa siempre condón;
Cuenta hasta diez;
¿Y tú ya te lavaste los dientes?, tres veces al día;
Vive sin Drogas;
Cuidado con el agua, gota a gota el agua se agota; entre otras.
Hace mucho tiempo no escucho ni veo alguna campaña propositiva que se nos grabe y tengamos presente, como éstas que he mencionado; ninguna campaña política será recordada como alguna de las que ya mencioné, a menos que aborden los temas con acciones y compromisos así de claros; el tema del agua es un asunto de Seguridad Nacional; los recursos hídricos cada vez son menos, sin el agua nadie puede vivir, el cambio climático es algo real y cada día es más palpable; muestra de ello son las sequías extremas, las inundaciones extremas, los huracanes más violentos como Otis; tenemos un sinnúmero de señales para tomar cartas en el asunto.
Las ciudades mexicanas no son autosustentables en recursos hídricos, lamentablemente los sistemas de agua administran muy mal el recurso, en muchos casos se tiene documentado que, al momento de potabilizar y distribuir en una red local de agua, solo en fugas de agua se pierde entre un 20 y 40 por ciento del vital líquido. Las ciudades con mayor crecimiento industrial, de población y servicios, no hacen inversión en la sustentabilidad de la captura pluvial, la recolección debe tener una infraestructura y tratamiento especial, aunado a que no existe legislación en la materia de construcción y no se obliga a que esto ocurra.
De forma y fondo este 2024 debe ser un año de mucha consciencia del uso, ahorro y recolección del agua, nuestro día de cero agua puede ser más próximo que las elecciones, sin agua no podemos vivir, no habrá alimento suficiente y tampoco podemos seguir comercializándola como ha estado ocurriendo hasta ahora en donde muchas personas no tienen agua a pesar de ser un derecho humano y muchas empresas internacionales de tipo refresqueras compran barata el agua y se vende muy cara generando, además, el consumo desmedido de agua embotellada contaminando con todo el pet; México es el país que más agua embotellada per cápita consume del mundo: 286 litros.
Quizá hay que poner sobre la mesa y temas de campaña política la propuesta de hacer un sistema nacional de rebombeo, para que en donde se inunde se comparta el agua en donde hay sequías; se verifiquen los proyectos y métricas de saneamiento de las redes para evitar fugas, supervisión y regulación tanto de la venta y comercialización del agua y su explotación, que ha generado la comisión de delitos que se tienen que erradicar (Huachicol hídrico).
Y no hay que perder de vista que es un tema de Seguridad Nacional, que sí puede generar conflictos sociales, que sí requieren sus instalaciones de resguardo militar, sin que ello implique que sea la industria del agua controlada por las fuerzas armadas, o sí en caso de llegar al día cero, por la falta de consciencia nacional.
Nota al pie de página:
La delincuencia organizada y desorganizada está generando muchas ejecuciones de precandidatos; las fiscalías en materia de delitos electorales deben de ser ágiles con sus investigaciones para inhibir a los delincuentes o será histórico el número de muertes en el marco del proceso electoral.
