Después de 17 meses como presidente de la República, López Obrador hizo su primer viaje internacional. El motivo del encuentro fue la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.
Después de que una amenaza arancelaria de Estados Unidos contra México, en mayo de 2019, generó una de las mayores fugas de inversión extranjera del territorio nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador dice a Donald Trump que son amigos, vecinos y hermanos. Incluso, afirmó que los pronósticos de que habría un choque entre los presidentes no se cumplieron.
“Somos países, somos pueblos. Vecinos, hermanos que queremos mantener buenas relaciones en lo económico, en lo comercial, en lo social, en lo cultural”, dijo López Obrador a su homólogo estadounidense Donald Trump, en un segundo mensaje a los medios de comunicación desde la Casa Blanca.
El republicano había dicho horas antes que su relación es de “apreciados amigos, socios y vecinos”, y que tienen “una relación muy sobresaliente”. Incluso, habló de la relación entre el presidente Abraham Lincoln (1861-1865) y el presidente Benito Juárez (1857-1872) “se tenían en muy alta estima. Eran grandes amigos e hicieron grandes cosas juntos”.
Un hecho a destacar es que el presidente mexicano, en Washington, ahora sí hizo una buena pronunciación del apellido del mandatario estadounidense. Además, fue notorio que en el segundo discurso a medios, los dos presidentes portaron sistemas de audio para la traducción simultánea.
“Fallaron los pronósticos. No nos peleamos, somos amigos y vamos a seguir siendo amigos”, aseguró López Obrador a pesar de que en mayo de 2019 Trump amenazó con castigar las exportaciones mexicanas a ese país con un arancel de 5% inicial con opción de escalar la penalización hasta 25% en octubre del año pasado, si México se abstenía de detener la inmigración indocumentada de Centroamérica a la Unión Americana.
Trump “aceptó” que se apostaba al enfrentamiento, pero advirtió que “la relación entre Estados Unidos y México nunca ha sido tan estrecha como ahora”, incluso puntualizó “nunca ha sido más fuerte (la relación), nunca ha estado más cerca”.
Además de que hay un capítulo (el número 27, de nueve páginas y nueve artículos) sobre combate a la corrupción en el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, en la declaración conjunta firma, se confirmó.
“Cada uno de nosotros fue elegido con el compromiso de luchar contra la corrupción, devolver el poder al pueblo y poner los intereses de nuestros países en primer lugar. Y yo hago eso y usted hace eso, señor presidente”, dijo Trump.
De la reunión, los puntos que no trascendieron fue la reforma migratoria y las diferencias que tienen en el Tratado sobre Distribución de las Aguas Internacionales, que data de 1944. Al respecto, la vocera de la Casa Blanca dijo que “no entraría en detalles de conversaciones privadas”.
Después de 17 meses como presidente de la República, López Obrador, hizo su primer viaje internacional para la polémica reunión con su homólogo Donald Trump que buscará reelegirse en noviembre. El motivo del encuentro, la entrada en vigor del T-MEC (USMCA, por sus siglas en inglés) que suple al TLCAN.
“Hoy celebramos la victoria histórica que logramos juntos. Hace sólo unos días cuando el TLCAN se terminó oficialmente. (Fue) uno de los peores acuerdos comerciales de la historia, y se reemplazó por un nuevo y hermoso USMCA”, dijo Trump en la reunión con AMLO, quién utilizó una vez más una de sus corbatas preferidas.
Alrededor de las 13 horas, López Obrador descendió de una Suburban 2020. Ahí, ya lo esperaba el hombre más poderoso del mundo, Donald Trump. Después de un breve saludo informal a los medios de comunicación, el anfitrión condujo a su invitado a la Oficina Oval, que es el despacho principal del presidente de Estados Unidos en la Casa Blanca para una reunión privada.
En el despacho, ya lo esperaban la Embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, y el titular de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard. Por Estados Unidos estaban el secretario de Estado, Mike Pompeo; Jared Kushner, yerno de Trump, y el secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
Previo a su llegada a la Casa Blanca, al ritmo de “México lindo y querido”, una multitud de simpatizantes esperaron López Obrador en el número 1911 de Pennsylvania Avenue, frente a la embajada de México en Washington, misma que se ubica a unas cinco cuadras de la entrada a la Casa Blanca.