Corredor Interoceánico: el momento crucial

21 de Mayo de 2024

Mauricio Flores
Mauricio Flores

Corredor Interoceánico: el momento crucial

MauricioFlores_REDES

Este viernes se conocerá el verdadero interés --medido en pesos y centavos-- que los desarrolladores inmobiliarios tendrán por adquirir cinco de los 10 parques industriales considerados en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

De los proyectos de infraestructura masiva promovidos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dicho corredor, conocido como el CIIT por sus iniciales, es el que muy probablemente tenga la mayor proyección estratégica en términos de desarrollo regional integrados a un modelo de negocios global con integración local pero, al mismo tiempo, es el que menor atención pública ha tenido pese a la complejidad social y natural que implicó actualizar una ruta de ferrocarril que data, literalmente, de la época de Porfirio Díaz.

La reparación, acondicionamiento y modernización de la ruta férrea de 307 kilómetros así como la preparación de los puertos de los puertos de Coatzacoalcos (en Veracruz) y de Salina Cruz (Oaxaca) inició bajo la conducción de Rafael Marín Mollinedo, un brillante economista egresado de la UNAM que temprana edad se inscribió en el servicio público en la que fura la Secretaría de Patrimonio Nacional, así como en Pemex y posteriormente desarrollar empresas propias, a quién se le encomendó también adquirir los 10 polígonos para los parques industriales.

La inversión estimada es de unos 70 mil millones de pesos en total, una fracción de los 530 mil millones de pesos que tendrá el Tren Maya… pero cuya proyección bien ejecutada y corregida, puede modificar profunda y positivamente las condiciones de producción y vida en el Istmo.

La mecánica

Cuando Mollinedo fue nombrado director de la Agencia Nacional de Aduanas de México, paralelamente la administración y operación el CIIT pasó a la Secretaría de Marina que conduce el almirante Rafael Ojeda y su dirección fue encomendada al vicealmirante Raymundo Morales, quien ahora está a cargo del equipo que revisa las ofertas presentadas por más de una docena de compañías.

La mecánica del concurso en marcha es relativamente simple de explicar: la puja ese lleva a cabo con ofertas económicas por el 25% del valor de los predios --el que ofrezca más, gana-- con un compromiso de crear la infraestructura básica en dos años, pagando una mensualidad y cumpliendo las metas de empleo propuestas en la oferta. A partir del segundo año los ganadores tendrán la opción de comprar la totalidad del terreno a la empresa productiva del estado que se tiene programado se adscriba dentro del Consorcio Casiopea que agrupará las empresas a cargo de la Marina.

¿Bastarán los incentivos?

Los incentivos fiscales dispuestos por la Secretaría de Economía de Raquel Buenrostro buscan potenciar la inversión en los primeros años; el modelo de concurso permite que los desarrolladores capitalicen la plusvalía de la inversión en preparar los parques en cuestión, al tiempo de que se evite la especulación sobre la posesión de la tierra.

Sin embargo, en un mercado de alta competencia por los flujos de capital y a pesar del atractivo que hoy representa la relocalización de inversiones asiáticas en América (nearshoring), se perfilan como insuficientes pues aún se deben realizar obras de conectividad terrestre, seguridad, acceso a agua energía, desarrollos habitacionales y disponibilidad de capital humano capacitado.

En una comparativa interna, el diseño de los actuales estímulos fiscales básicos para el CIIT de Tehuantepec permite que los 6 años de funcionamiento de los parques industriales --cuando son retirados los estímulos-- generen un retorno teórico de 2.1% del capital originalmente invertido; en tanto que el modelo diseñado para las Zonas Económicas Especiales, que estuvieron a cargo de Gerardo Gutiérrez Candiani durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, teóricamente generaban en ese mismo plazo un retorno de 20%.

El cálculo de dichos retornos se apoya en el supuesto de un margen bruto de 20% anual. Claro, para que el supuesto sea realidad, los parques industriales deben atraer a empresas que encuentren en esa región la oportunidad de manufacturar, empacar y transportar por ferrocarril sus mercancías a los puertos con miras a la exportación

@mfloresarellano

floresarellanomauricio@gmail.com

Te Recomendamos: