Con los ingresos mensuales de una familia de clase baja en sus pies, así fue captado Jesús Ernesto López Gutiérrez, hijo del presidente López Obrador, en el aeropuerto de Londres ¿Y la pobreza franciscana?
Las redes volvieron a evidenciar la vida de lujos de la familia presidencial. En esta ocasión las críticas se centraron en el hijo menor del presidente, principalmente por calzar unos tenis con un valor superior a los 16 mil pesos, o lo que es lo mismo, el ingreso de mes y medio de una familia de clase baja, según el INEGI.
Una de las principales críticas corrió a cargo de la senadora Lilly Téllez, quien “felicitó”, al presidente y su esposa por alejar a su hijo del modelo educativo de Marx Arriaga y Elena Álvarez Buylla, funcionarios de la Secretaría de Educación Pública y el Conocyt, respectivamente.
Y es que la senadora afirmó que Jesús Ernesto viajó a Londres para estudiar allá; aunque otras versiones apuntan a que el hijo del presidente solo fue a vacacionar a la isla.
Ante la versión de que Jesús Ernesto estudiará en el extranjero, usuarios de redes le recordaron a López Obrador sus propias palabras que esgrimió en agosto de 2021: “Esos que estudian en el extranjero los mandan a aprender a robar”.
Quienes optaron por no acreditar el viaje a temas académicos, centraron sus críticas en dos cosas principalmente: el precio de los tenis y la presencia de la embajadora en Reino Unido, Josefa González Blanco, como “niñera” del hijo del presidente.
En una de las imágenes que circulan, se aprecia a González Blanco cargando la mochila de Jesús Ernesto; él solo lleva unos pants, una playera blanca y unos tenis que habrán costado tres días de trabajo presidencial.
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De acuerdo con el portal Nómina Transparente, el sueldo bruto de Obrador como presidente es de 166 mil 532 pesos mensuales, es decir que para comprar esos tenis para su hijo, tuvo que ahorrar, más o menos, el dinero percibido por tres días de trabajo.
Lejos de los descalificativos, que abundan (otra vez) en torno al físico de Jesús Ernesto, las críticas radican en la contradicción de la famosa “austeridad republicana”, la cual ya se convirtió en “pobreza franciscana”, porque mientras el presidente aprieta el cinturón a toda la administración federal, sus hijos, su esposa y él, mantienen una vida que millones de mexicanos, a los que su gobierno representa, no pueden aspirar.
Así, López Obrador podrá decir que el dinero que tiene es producto de su trabajo – y puede ser verdad –, pero según el INEGI, 78 millones 536 mil 236 mexicanos pertenecen a la clase baja, es decir, no perciben más de 11 mil 343 pesos mensuales, menos de lo que cuestan los tenis con los que su hijo viajó a Londres. ¿Habrá viajado al Reino Unido con más de un par de 16 mil pesos para sus pies? EJ
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