Tiempo de reflexión

13 de Mayo de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Tiempo de reflexión

simon vargas

“Pedir perdón no es pedir disculpas, es arrepentimiento sincero por los pecados y faltas cometidas”

Papa Francisco

Para el mundo entero, pero especialmente para la vida católica las festividades de Semana Santa son fechas significativas; algunas personas ocupan los días para tomarse un descanso y vacacionar, situación por demás difícil en estos momentos, donde aún continuamos librando una importante batalla contra la pandemia originada por el virus SARS-CoV-2, algunos otros destinan estos momentos para reflexionar acerca de lo verdaderamente importante: la voluntad de servicio, el amor al prójimo, el respeto a la vida y el reenfocarnos en los valores a los que Jesús de Nazaret tanto hizo referencia: el amor, la misericordia, la honestidad y la solidaridad, entre otros.

Y es que, haciendo a un lado la religión que decidamos profesar, se debe reconocer que el mensaje de Jesús siempre ha girado en torno a la proclamación de preceptos y valores inspirados en la búsqueda del camino hacia Dios; incluso el uso constante de parábolas y relatos simbólicos se han convertido en puntos de referencia, donde al analizarlos nos percatamos que no contienen obligaciones, prohibiciones o anulaciones, sino planteamientos generales adaptados a cualquier época siempre con una enseñanza positiva que intentan explicar el sentido y la razón de ser de la vida.

Es así que, además de conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesús, también este tiempo se convierte en una oportunidad para hacer un alto frente a la celeridad del andar social y dirigir la mirada hacia nuestro interior con la finalidad de evaluar cada una de nuestras acciones.

Es irrefutable que nos enfrentamos a situaciones complicadas, la violencia, principalmente la intrafamiliar, el crimen organizado, la división, el malestar social y los feminicidios, se han convertido en escenarios que nos hieren, nos lastiman, pero sobre todo nos generan un sentimiento de indefensión que ha llegado a niveles difíciles de describir.

Ahora que tendremos una oportunidad para analizar nuestras acciones frente a los demás, para reflexionar sobre aquello que hemos dejado de hacer o que hemos hecho mal, o bien para plantearnos nuevos objetivos con respecto a nuestra vida, es importante que escuchemos el silencio, que reparemos con mayor ahínco en aquellos pequeños detalles que en muchas ocasiones se traducen en aspectos realmente importantes para nuestro prójimo, pero más que nada apreciemos desde una óptica diferente el amor que nos tienen y que tenemos.

En estos momentos es necesario replantearnos la importancia del amor al prójimo y del papel e influencia del perdón en nuestro entorno, ¿es posible que la armonía interior pueda convertirse en paz social?, ¿podría el perdón rescatarnos de una espiral de rencor que nos hace caer de formas más abruptas cada vez?, ¿perdonar y no olvidar no implica lanzarnos a una espera constante de desquite? Pero finalmente, ¿no ha sido justo el resentimiento, el encono, la envidia y el odio, lo que han hecho que nuestra sociedad se encuentre poblada de agresiones y crímenes?

En un mundo cada vez más divido y en momentos como los que vivimos donde la obscuridad busca sofocar la luz, debemos recordar que como bien se cita en el Evangelio de Mateo 5: 44-47 “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persiguen para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: porque Él hace que salga el sol sobre los malos y sobre los buenos y manda la lluvia sobre los justos y también sobre los injustos, porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio merecéis? […] y si saludas solamente a vuestros hermanos, ¿qué gracia hacéis?”

Reconciliémonos con cada error cometido en nuestro andar, pero también brindemos perdón a aquellos que se han acercado a pedirlo; hagamos uso de la tranquilidad que nos ofrecen las fechas y pongamos en perspectiva cada persona que ha cruzado por nuestra vida, enfoquémonos en convertirnos en ejemplo para las generaciones futuras y a la par impulsémoslas a alcanzar sus sueños, porque hoy más que nunca hacen falta ilusiones que nos permitan continuar avanzando.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.

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