Las frases que te hacen machista

A pesar del enorme avance que se ha logrado en torno a los derechos de la mujer y la equidad en diversos ámbitos, éstos son insuficientes para eliminar el machismo de la vida diaria y se continúa reproduciendo a través de la cultura, la educación y el folklore sin cuestionamientos o reflexiones que permitan entender como estas actitudes aparentemente inocuas, son también una forma de violencia de género.

Desde algunos piropos y miradas, hasta conductas sociales supuestamente gentiles, se reproduce como parte de una cultura que no se reconoce machista, que por el contrario, se escuda en la educación materna para afirmar que en México la sociedad es un matriarcado en el que cualquier protesta por un trato equitativo se califica como “desorden e histeria de un puñado de mujeres inconformes que buscan privilegios”.

La respuesta a estas descalificaciones se encuentra en su mayoría, en la educación cultural y emocional que se nutre con miles de frases y actitudes que no sólo normalizan la violencia de género, sino que incluso la idealizan como un patrón de romanticismo, cuidado y superación. No es raro escuchar que a las niñas se les enseñe que aquel que las molesta es porque las quiere, entonces no puede sorprender que en México asesinen a 9 mujeres al día.

Si desde pequeños se enseña que las mismas actitudes merecen diferentes calificativos dependiendo del género, mientras sigan existiendo profesiones destinadas sólo a hombres, o estereotipos de belleza que dañen la autoestima de millones de niñas y jóvenes a las que se les inculca con distintas frases, que su único valor está en la apariencia física, entonces será imposible alcanzar la equidad.

Mientras el lenguaje cotidiano siga atesorando esas frases cargadas de misoginia, o no se renueven esos viejos refranes en los que se esconde la cultura machista, será lejana una sociedad en la que la violencia de género sea la excepción que rechace esas frases abusivas encubiertas.

Para Karla Gómez, psicóloga y feminista, este tipo de actitudes no parten de una situación individual o aislada, se trata de una base cultural que toma como elemento clave la subordinación de las mujeres en todos los aspectos que se consideren parte de la vida pública, y cuando deciden ser parte activa de ésta se les castiga de manera literal o figurada para recordarles que su esfera de acción es el hogar, aquello que es privado y debe quedar resguardado.

❝El feminismo es un tema simple y llanamente, y digo llanamente porque lo han querido desautorizar, lo han querido satanizar. Es la lucha por la reivindicación de nuestros derechos❞ Edurne Ochoa, presidenta de 33 Mujeres A.C.

Otros expertos explican que distinguir los elementos machistas de la educación es complicado porque se presentan como naturales, una trampa que impide cuestionar lo que supuestamente sigue un orden ya establecido desde la biología. Sin embargo, es claro que esta formación es meramente social, por lo que puede modelarse a una realidad más equitativa que borre las diferencias que perpetúan la violencia de género.

Eliminar los estereotipos, las burlas o las limitaciones que se imponen a cierto género por causas que se creen naturales, evaluar estas conductas y nombrarlas como actitudes machistas ayudaría a dimensionar el tamaño real de la problemática, especialmente porque no se puede cambiar aquello de lo que no se tiene idea. Significa un cambio de lenguaje que los expertos en ese campo señalan como necesario, porque ¿cómo hacerlo en una sociedad que no se reconoce como misógina?

El primer paso es señalar con exactitud aquellas conductas que perpetúan la violencia de género por inocentes que parezcan. Aquí algunas de ellas:

#ROMPEELPACTO | FRASES QUE SON MACHISTAS AUNQUE NO LO VEAS:

1. Las mujeres bonitas no dicen groserías, ni deben tomar o tatuarse.

Asume que existen formas determinadas de comportamiento para cada género, y que algunas están limitadas para las mujeres, que siempre deben ser virtuosas.

2. Dame una oportunidad para cambiar tu no por un sí, es que no sabes lo que quieres.

Considera que se puede cambiar la opinión de una mujer a través de la insistencia y los acercamientos sexo-afectivos con las mujeres son a través de la presión. En realidad, ellas sí saben lo que quieren y el rechazo no es una forma de “hacerse del rogar” o querer atención.

3. ¡Estás exagerando, es que estás en tus días o eres una histérica!

Estos no son argumentos válidos en una discusión, no sólo descalifica los sentimientos de otra persona, sino que utiliza aspectos físicos para anular una postura que incomoda.

4. No tiene talento, pero es muy buena en otros oficios.

Desestima el ascenso laboral de una mujer suponiendo que utilizó el sexo como método para lograr su éxito, esta idea invalida las capacidades intelectuales de esa persona.

5 Permíteme explicarte, aunque seas una experta en el tema…

Interrumpe la exposición de las mujeres o pretende explicar cosas que ellas no lo han solicitado, especialmente porque se les cree incapaces de entender temas complejos o bien utilizan un tono paternalista con ellas. Si no pide que se lo expliquen es porque lo entendió.

6. Te verías más bonita si bajaras de peso/ te maquillas más/ te peinas de esa forma…
Opina sobre el cuerpo, la ropa, el rostro o el comportamiento de las mujeres sin que ellas lo hayan pedido, partiendo de la idea que se arreglan para satisfacción de otros y no propia. Las mujeres no necesitan de tu validación para existir.

7. A las mujeres no hay que entenderlas, hay que amarlas.

Coloca a las mujeres en la categoría de objetos con los que no se debe dialogar o tratar de establecer un entendimiento, y sólo deben contemplarse.

8. Quería ser mamá y trabajar, ahora que se aguante.

No ve que las mujeres cumplen dobles o triples jornadas de trabajo. Sí, maternar, tener un empleo con salario, hacer labores de cuidado y domésticas también son trabajo, algo que no se exige a los hombres, y cuando ellos lo realizan se ve como algo heroico que debe aplaudirse.

9. Mejor no digo nada, no es mi problema (ante un acto de violencia de género)

Quedarse callado ante un acto de violencia contra las mujeres es tomar parte del agresor. La omisión también es violencia.

10. Es una fácil, ha tenido muchos novios.

Ofende a las mujeres por ejercer libremente su sexualidad, pero si un hombre lo hace entonces se ve como normal. Reduce el placer sexual a algo exclusivo del género masculino.

11 Es muy soberbia, es sólo una histérica con poder.

Confiere adjetivos negativos a actitudes que considerarías positivas en el género masculino; mientras que expresa desprecio sobre una mujer que tiene alta autoestima, de un hombre se diría que tiene “liderazgo nato” o que es “seguro de sí mismo”.

12. No soy machista, ayudo a mi mujer en casa.

Las tareas del hogar son responsabilidad de todos los adultos que viven en ella. No es una tarea exclusiva de las mujeres, sólo estás cumpliendo con tus obligaciones.

13. No todos los hombres somos iguales, yo nunca he violado a una mujer.

Minimiza un problema estructural que no sólo se reproduce en el acto per se, sino también en el silencio, las bromas o las miles de conductas consecuentes en torno a este.

14. Es su culpa, bebió de más, estaba fuera de su casa y vestía como si lo buscara.

Culpas a la víctima de agresión, violación o feminicidio de lo que le pasó, algo que no harías en el resto de los delitos, o al menos, no con tanta facilidad.

15. ¿Para cuándo el día del hombre? ¿Es qué no tenemos derechos?

Intenta minimizar la lucha por la equidad al preguntar justo por ese tema cuando no se hace en ninguna otra fecha de reivindicación; además el Día del Hombre ya existe, se celebra en noviembre.

El corolario:

• No soy machista pero…
• Pareces nena.
• Además de bonita eres inteligente.
• Tú de eso no sabes.
• Qué histérica.
• Por eso nadie te aguanta.
• Mujer tenías que ser.
• Que pague él, es hombre.
• Eres un mandilón.
• Eres marimacho.