Durante los últimos años se ha generado una tendencia sobre la vinculación entre la salud y la alimentación. Dentro de este auge nació el concepto de mindful eating, denominada alimentación consciente, cuya finalidad es priorizar el “aquí” y el “ahora” al momento de consumir nuestros alimentos, generando además cambios positivos en nuestros hábitos y bienestar.
Y es que, en un mundo marcado por la agitación y la prisa, se hace cada vez más difícil encontrar los espacios, tiempos y maneras adecuadas para alimentarnos de manera nutritiva, deteriorando progresiva y dilatadamente nuestra salud.
Es por ello que prácticas como el mindful eating representan la oportunidad perfecta para recuperar el terreno perdido y ponernos como prioridad en un tema tan esencial como nuestra alimentación. Aquí presentamos algunas claves para lograrlo.
Eliminar distracciones
Uno de los pilares de esta práctica consiste en estar presentes mientras consumimos nuestros nutrientes así como ser capaces de percibir las señales de satisfacción y saciedad; por ello debes descartar distracciones como la computadora, el celular o la televisión.
Cambia tu rutina desde una perspectiva involucra tus sentido como el olfato, la vista y hasta el tacto, haciendo más agradable la experiencia y enriquecedora desde una óptica nutricional.
El dato. El mindful eating consiste en llevar la atención plena a nuestra nutrición para escoger, cómo cocinar y comer los alimentos.
Busca un entorno agradable
Más allá de la concentración en el contenido del plato o de la calidad y variedad del mismo, resulta sumamente beneficioso ubicarse en una locación agradable tanto para la vista como para el resto de nuestras sensaciones. De esta manera, podemos sentirnos cómodos y relajados mientras disfrutamos de nuestros alimentos; emociones que difícilmente podríamos conseguir si estuviéramos en medio de una gran plaza, la oficina o cualquier otro lugar ruidoso. Convierte en un prerrequisito encontrar un espacio ideal, y evita a toda costa comer en la oficina, el gimnasio, el tráfico; así como cualquier otro entorno que no sea adecuadamente destinado para ello.
7 pasos recomienda la Universidad de Harvard para introducirse al método mindful eating.
Designa tiempos adecuados
A menudo, las presiones laborales, sociales o de cualquier otra naturaleza, suelen jugar en nuestra contra cuando de designar horarios adecuados para nuestra alimentación se trata.
Incluso no mirar el reloj cuando comemos tiene más implicaciones de las que podrían percibirse si se considera esta práctica únicamente de manera superficial, pues genera la oportunidad de tener una cadencia y un ritmo adecuados, que permiten mayor concentración, atención y conexión con lo que nuestra mente y cuerpo nos van señalando conforme avanzamos en la ingesta.
De esta forma podremos percibir con una precisión más exacta nuestra satisfacción, teniendo una digestión más sana y dilatada, al prevenir pérdidas de energía o cambios súbitos en la concentración glucémica.
Este método interioriza que no siempre comemos por hambre física.
Educarse en la salud
Es indispensable educarse en un aspecto tan primordial para nuestra salud como lo es la alimentación.
Cuando recién comenzamos a incorporar estas prácticas en nuestros hábitos, es conveniente asesorarse con un profesional de la nutrición cuya perspectiva nos permita profundizar en el conocimiento de nuestro cuerpo y conocer sus necesidades específicas, su comportamiento y algunos otros factores que podríamos pasar por alto en circunstancias distintas.
Así, la cantidad de literatura que hay sobre el tema se ha generado en los últimos años, algo que ha abierto la puerta a que cualquier tipo de público tenga una posibilidad real de educarse.
›Esperamos que esta selección se convierta en un buen comienzo para cambiar positivamente tu calidad de vida y salud. Recuerda que en
pequeños detalles como los aquí mencionados, puedes encontrar la clave para dar un giro de 180 grados a tu relación con algo tan importante como lo es la comida.
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