“México está peor de lo que pensamos”: Loretta Ortiz Ahlf

1 de Mayo de 2024

“México está peor de lo que pensamos”: Loretta Ortiz Ahlf

Si por progresista se entiende una responsabilidad social, entonces sí soy progresista, afirma la abogada, quien ofrece ser una ministra cercana a la gente y mantenerse a distancia de su amigo, el presidente López Obrador

jonathanjnd@ejecentral.com.mx

Luego de organizar los foros por la Pacificación y Reconciliación Nacional que realizó el actual gobierno, su sensibilidad y percepción del país cambió: México está peor de lo que pensamos; con más víctimas de las que se dicen, crisis de desapariciones, territorios tomados por el crimen organizado y un país convertido en un cementerio, así es como Loretta Ortiz Ahlf, aspirante a integrar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, concibe la realidad actual tras el acercamiento que tuvo con las víctimas en cada estado.

Su propósito, en caso de llegar al Alto Tribunal, es precisamente atender y resolver estos graves problemas. Su fórmula: cercanía con la gente, ponderar los derechos humanos y los tratados internacionales al mismo nivel que la Constitución y garantizar un verdadero y efectivo acceso a la justicia.

En entrevista con ejecentral, sostiene que lo hará desde un plano de absoluta autonomía e independencia de los otros poderes: “No pondría en riesgo mi honorabilidad, mi profesión; no toleraría ni aceptaría la instrucción del Presidente de la República”, quien por segunda vez la nominó en la terna para ocupar el asiento que deja la ministra Margarita Luna Ramos en la SCJN.

¿Qué experiencia le dejó la coordinación de los foros por la paz?

—Creía tener consciencia de la situación del país, pero después de haberlo recorrido muy lejana estaba mi percepción. México está peor de lo que pensamos. Conocer a las víctimas de las desapariciones, de la trata de niñas, niños y adolescentes, que son muchísimas más de las que se han dicho; territorios ocupados por el crimen organizado, y es cierto, el país está como un cementerio. Sería muy difícil que no te tocaran el corazón y quedarse indolente. Es una realidad que no se merecen los mexicanos y no nos merecemos en México. Es una preocupación válida y real y yo sí creo que se puede modificar desde la Suprema Corte esta situación. Al momento de atraer una situación vinculada con un desaparecido y decir, perdón, pero hay que garantizar el acceso a la justicia, verdad y justicia.

¿Tiene un diagnóstico de las carencias y los problemas que tiene el Poder Judicial de la Federación?

—Una de las grandes carencias —y más siendo abogada que me duele mucho— son las grandes injusticas que se cometen en nuestro país, y eso deberíamos de cambiarlo para que toda persona tuviera derecho acceso a la justicia, lo cual significa que no necesitas tener recursos y con ello acceso a un abogado.

¿Cuáles serían los ejes fundamentales que impulsaría en caso de llegar al alto tribunal?

—Ser una ministra cercana a la población, totalmente cercana. Por ejemplo, los temas que se tratan con las mujeres, la mayoría piensa que no se puede hacer nada en la Suprema Corte, pero se puede hacer mucho por los desaparecidos, por aquellos que padecen la trata de niños, niñas y adolescentes, por muchísimas personas. Nada más basta atraer el asunto, con eso. Si se atrajo lo de la cuestión de la mariguana, o sea, que no podamos atraer un asunto de- saparición y con ello derivar un criterio. Realmente no podemos seguir con esas vendas de aquí no pasó nada, no sucedió nada, todo está tranquilito.

¿Cree entonces que puede existir una Corte no tan conservadora, que se puedan emitir criterios más liberales? ¿O su naturaleza es ser fifí?

—Si por progresista se entiende una responsabilidad social, sí, sí soy progresista. Es una preocupación por los que están en una situación de vulnerabilidad, por las personas que carecen de recursos, por aquellos que no tienen acceso a un abogad. Todos deberíamos tener garantizado ese derecho fundamental, porque es la puerta para el ejercicio de todos los demás derechos.

“La Convención Americana dice: toda persona debe tener derecho a un recurso jurídico eficiente y efectivo para el ejercicio de los derechos humanos. En México, ese recurso es el amparo, no hay otro, pero nada más hay que ver lo que se paga y que no todos tenemos acceso a los abogados y la inmensa mayoría está dependiendo de la defensoría de oficio. Y yo quiero ver si todos los defensores de oficio tienen la debida preparación para llevar estos asuntos”.

Se ha criticado que usted tenga un perfil más académico. ¿Por qué requeriría la Corte una experiencia como la suya?

—Te da garantía de independencia, prácticamente imposible que se esté vinculado a un grupo de interés; no tiene un despacho, no está vinculado tampoco, porque no se ha resuelto ninguna controversia o un juicio o ha emitido una resolución en que se haya visto que compromete su criterio. Con lo único con lo que está comprometido es con la verdad jurídica y avanzar en los nuevos retos que se requiere en la ciencia jurídica.

›Añade: “¿Para qué nos sirve alguien que sepa derecho internacional y derecho internacional de los derechos humanos? Para el control de convencionalidad, que ahora se utiliza ese término, pero alguien que sepa de estas áreas te puede responder cómo se interpretan los tratados y cómo se aplican y que conoce además la jurisprudencia de la Corte Interamericana perfectamente bien porque le he dado el seguimiento a los largo de estos años y también de la Corte Internacional de Justicia”.

Ante la evidente cercanía que tiene con el presidente López Obrador, así como el reciente nombramiento de su esposo en la Fepade, ¿cómo dejar en claro que no habría línea directa con el Presidente?

—Lo único que puede hablar sobre la autonomía e independencia de mí y de mi esposo, José Agustín Ortiz Pinchetti, es lo que ha sido nuestra vida. Yo no pondría en riesgo mi honorabilidad y lo que ha sido mi profesión; valoro mucho el juicio de mis hijos y de mi familia. Yo misma no lo toleraría, no aceptaría la instrucción del Presidente de la República. No lo acepto.

Yo no pondría en riesgo mi honorabilidad y lo que ha sido mi profesión; valoro mucho el juicio de mis hijos y de mi familia. Yo misma no lo toleraría, no aceptaría la instrucción del Presidente de la República”.

https://youtu.be/A-KTH8-8tac

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