Jugoso aguinaldo para los senadores
La ley federal del Trabajo contempla un pago de 15 días de salario para cada trabajador por ese concepto, pero los legisladores de la austeridad republicana y el bienestar reciben 40 días de dieta
cuarto oscuro
Mientras millones de mexicanos enfrentan inflación, salarios precarios y dificultades para cubrir la canasta básica, el Senado de la República desembolsó 39 millones 334 mil 440 pesos únicamente en dietas y aguinaldos en este diciembre para las y los 128 legisladores que integran su pleno.
De acuerdo con los datos, 16 millones 857 mil 600 pesos fueron destinados al pago de dietas, mientras que 22 millones 476 mil 800 pesos se utilizaron para cubrir los aguinaldos, una cifra que ha generado indignación por el contraste con la realidad económica del país.
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¿Cuánto reciben los senadores por dietas y aguinaldo en diciembre?
Cada senadora y senador recibió en diciembre una dieta neta mensual de 131 mil 700 pesos, además de 40 días de aguinaldo, equivalentes a 175 mil 600 pesos, lo que significa que cada legislador engrosó su cartera con 307 mil 300 pesos en un solo mes.
Esta cantidad representa el equivalente a 1,012.22 salarios mínimos, una brecha que evidencia el abismo entre los ingresos de la clase política y los de la mayoría de la población trabajadora. Pero los privilegios no terminan ahí.
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Privilegios y beneficios adicionales de los senadores frente al salario mínimo
Las y los senadores cuentan además con un Seguro de Vida Institucional equivalente a 40 meses de dieta, lo que se traduce en una cobertura de 5 millones 268 mil pesos por legislador, un beneficio impensable para la gran mayoría de los mexicanos.
Para dimensionar el contraste, con los 307 mil 300 pesos que recibió cada senador en diciembre, se podrían adquirir 122.92 canastas alimentarias urbanas, que incluyen productos básicos como maíz, frijol, arroz, azúcar, aceite vegetal, leche, carne de pollo, res y pescado, lácteos, frutas, huevo, verduras y tortillas.
El millonario gasto ocurre en un contexto en el que amplios sectores de la población luchan por sobrevivir con salarios mínimos, mientras el discurso oficial insiste en la austeridad y el combate a los privilegios, una narrativa que choca frontalmente con los beneficios que mantiene la clase política en el Senado.
