Desigualdad en la pandemia

27 de Abril de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Desigualdad en la pandemia

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  1. En el sexto mes de la pandemia del Covid19, el mundo registra un impacto sanitario, económico y social como no se había visto en cien años. En 1918-1920, cuando la humanidad salía de la primera gran guerra mundial, la llamada “influenza española” causó entre 10 y 20 millones de muertes, con origen en soldados que retornaban de la guerra y habían estado en contacto con aves y cerdos que les servían de alimento. Posteriormente, en 1929, la Gran Depresión provocaría una caída del producto mundial de un 20% en promedio y del comercio internacional en casi 50%, generando gran pobreza y desigualdad, cuyos efectos se sentirían aún después de la Segunda Guerra Mundial, habiendo contribuido sensiblemente a que ésta estallara.

2. Ahora, la pandemia está generando efectos parecidos, al haber causado el paro repentino de prácticamente toda la economía mundial con una recesión que podría ser del 7 u 8% general, pero también suspendido la producción y el comercio en una escala cercana al 50%. Todo ello precedido de una guerra comercial abierta de los Estados Unidos contra el libre comercio anteriormente impulsado en la posguerra, para imponer el nuevo paradigma del “comercio justo” buscando emparejar el gigantesco déficit comercial estadounidense. En este contexto, en el que aún se estima un lento regreso a la normalidad en tanto no exista una vacuna o un tratamiento accesible y efectivo para toda la población, el impacto lesivo en la economía, la producción y el comercio podría estar causando daños de difícil reversión.

3. La recuperación, se estima, no será instantánea, si bien podría ser espectacular. La recesión mundial significará la destrucción de valor por cerca del 8% global, pero difícilmente en éste y el próximo año habrá de volver a los niveles que tenía a finales de 2019, pues en el mejor de los casos en 2020 podría recuperarse un 3% y quizá otro 5% en 2021. En el peor de los escenarios planteados, el dislocamiento de las cadenas de suministro y la reanudación de la guerra comercial de Estados Unidos contra China y la Unión Europea provocarían una recesión más larga, con quizá varios picos en forma de “w”, alargando los costos y el sufrimiento en términos humanos al reducir el ingreso, el bienestar y las oportunidades de cientos de millones de personas.

4. Para los segmentos menos afortunados de la población, las penurias económicas y sociales son prácticamente la única certeza que tienen. El impacto del coronavirus de Wuhan habrá de profundizar la desigualdad en términos sin precedentes, pues a la pérdida de 195 millones de empleos según la OIT seguirá la caída en el ingreso de un número equivalente de familias y sus niveles de vida. En los Estados Unidos, se han perdido 40 millones de empleos, cubiertos al menos por el seguro de desempleo y las políticas de cobertura adoptadas por el gobierno para mitigar la súbita reducción del ingreso y proteger a las familias. Pero en este año será muy difícil que los niveles de producción y consumo se recuperen como para generar un efecto virtuoso a la administración Trump en las elecciones presidenciales de noviembre próximo, cuando la reelección presidencial sea un rehén colateral más de la pandemia.

5. En México, en el mejor de los casos se habrán perdido un millón de empleos con pronóstico reservado de recuperación, en tanto que el Coneval estima un impacto severo en los niveles de pobreza por ingresos y en la pobreza laboral. La pobreza por ingresos se podría incrementar en casi 8 puntos porcentuales, con un incremento de la pobreza extrema por ingresos de casi 11 millones de personas en 2020, en tanto que para la pobreza laboral, es decir, salarios mermados, se estima crezca del 37.3 al 45.8% en los primeros dos trimestres del 2020. En realidad, estamos comenzando el largo camino hacia una lenta recuperación que habrá de requerir mucho esfuerzo, muchísimo más, de todos.