Políticos responden a emergencia del agua con cerrazón y parálisis: Luege Tamargo

15 de Mayo de 2024

Políticos responden a emergencia del agua con cerrazón y parálisis: Luege Tamargo

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Expertos en el recurso hídrico opinan que es apremiante emitir una declaratoria de desastre natural para destinar una partida extraordinaria ante la sequía que se avecina en la CDMX

La sequía puede provocar una crisis “inmanejable” en la Zona Metropolitana del Valle de México, pero ante la alerta de esta catástrofe, los políticos han respondido con cerrazón y parálisis, advierte José Luis Luege Tamargo, exdirector de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

“Tenemos un desastre natural y tenemos un desastre de carácter político que es la inacción de las autoridades frente a esta realidad”, enfatiza en entrevista con ejecentral.

El presidente de Ciudad Posible insiste en que el gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación, debe declarar la sequía en el Valle de México como desastre natural. Esto facilitará la asignación urgente de recursos para ayudar a la población afectada e invertir en infraestructura hidráulica.

Pero, ¿por qué no ha declarado la emergencia la Secretaría de Gobernación? Para Luege Tamargo se trata de una cuestión política. “El Presidente de la República, en una decisión verdaderamente absurda, ilógica, incluso irracional, eliminó el Fonden (Fondo Nacional de Desastres Naturales). Eliminó varios fideicomisos para destinar recursos a una obra inútil que es el Tren Maya. El sobrecosto del Tren Maya supera ¡300 mil millones de pesos tirados a la basura!”.

Reprocha también al jefe del Ejecutivo la falta de inversión en infraestructura hidráulica cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Hoy, agrega, ante la sequía, su gabinete le teme y por eso no se atreve a pedirle que intervenga en la capital y en varios municipios del estado de México.

Luege Tamargo afirma que habla con conocimiento de causa y no desde el punto de vista político. Aunque es parte del equipo de la candidata presidencial de oposición, Xóchitl Gálvez, explica que sus propuestas y críticas se basan en conocimientos técnicos que adquirió no sólo en la Conagua, sino como procurador Federal de Protección al Ambiente y secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Adelanta que se ha reunido con autoridades municipales del estado de México para asesorarlos sobre la declaración de emergencia. La alcaldesa de Naucalpan ya solicitó la declaración y el de Atizapán está en proceso, dado que ambos municipios son de los más afectados por la sequía del Sistema Cutzamala.

¡Se necesitan 100 mil mpd!

Luege Tamargo estima que la modernización de la infraestructura hidráulica, incluyendo el cambio de tuberías y la ejecución de redes con micro y macro medición en la Zona Metropolitana del Valle de México, requiere una inversión de casi 100 mil millones de pesos.

Esta cifra es similar al presupuesto de este año para la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (105 mil 838 millones de pesos) y representa un aumento de 820% respecto al gasto de 2024 para la Secretaría de Gobernación, que es de 10 mil 868 millones de pesos.

“Se debe hacer un cambio radical de política, con inversiones verdaderamente importantes. Este programa requiere tiempo, al menos unos 10 años”, detalla Luege Tamargo.

Además de la modernización plantea fuentes externas como la ampliación del Cutzamala, potabilizar aguas negras del acuífero del Mezquital y aprovechar el agua de lluvia.

“En promedio, seis mil 800 millones de metros cúbicos es lo que llueve en el Valle de México anualmente y nosotros utilizamos dos mil 500 para todos los usos, con todo y los malos hábitos y la ineficiencia. De ese volumen de lluvia no aprovechamos casi nada, la mayor parte se evapora y lo que escurre nos inunda. Yo le llamo la paradoja maldita de la Ciudad de México, que nos vamos a quedar sin agua y nos vamos a inundar en tiempo de lluvia, es una cosa verdaderamente irracional”, explica.

Critica además a quienes han gobernado la Ciudad de México por su miopía en este tema: “Los dos grandes sistemas externos de agua se construyeron el siglo pasado. Lerma se construyó en los años 50 y Cutzamala en los 80. Para justificar estos proyectos, que fueron costosísimos, se dijo que se dejaría de extraer el volumen equivalente de las aguas subterráneas. (...) Conforme llegó más agua, creció la ciudad y las autoridades de la capital dijeron: ‘tenemos más agua, sigamos con el desarrollo inmobiliario’. Lógicamente con muchísima corrupción de por medio porque había zonas que no debieron urbanizarse”.

El lastre: el uso político del agua

Oscar Ocampo Albarrán, coordinador de Energía y Medio Ambiente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), critica el uso político del agua y la falta de decisiones basadas en análisis técnicos.

“La restricción ni siquiera es económica, sino política. (...) las tuberías están debajo del suelo, no son muy vistosas, las obras son molestas para la población y políticamente no es muy rentable, es más rentable hacer un puente, por ejemplo”, comenta.

En la Ciudad de México, una preocupación importante son las fugas de agua potable, ya que 40% del suministro se pierde por la falta de mantenimiento en las tuberías.

“No importa que tengas la infraestructura más moderna en términos de presas o acueductos si cuando te llega el agua vas a desperdiciarla en fugas. Esto recae en el Gobierno de la Ciudad de México, específicamente en el Sistema de Aguas de la capital. La Ciudad de México sí tiene viabilidad financiera, en ese sentido, es todavía menos justificable la falta de inversión en infraestructura”, dice Ocampo Albarrán.

A nivel federal también se han tomado decisiones que responden a los intereses partidistas, precisó el investigador. Ejemplificó con el amago del Presidente de la República de no otorgar permisos para que Tesla construyera una planta en Nuevo León, o con el anuncio de la Secretaría de Economía de no otorgar autorizaciones de agua para uso industrial en 16 estados, con el fin de incentivar que las empresas se establezcan en el sur, a lo largo del Corredor Transístmico, un proyecto prioritario del gobierno federal. “Todo esto es un uso político del agua y no responde a criterios técnicos”, expresa.

Agenda electoral

Este año, las elecciones determinarán la renovación de la jefatura de Gobierno y la presidencia de la República, roles fundamentales en la gestión de la sequía y el desabastecimiento de agua. Según Ocampo Albarrán será la primera vez que el tema del agua sea prioritario en la agenda de los candidatos.

En la época de campañas, los aspirantes a la jefatura de Gobierno, Clara Brugada, Santiago Taboada y Salomón Chertorivsky, están obligados a proponer inversiones y plantear cómo van a enfrentar la crisis.

“La prioridad de la gente, de los votantes, es el tema de seguridad, salud, economía, pero yo les digo una cosa: cuando abran la llave y no tengan agua, esa va a ser la prioridad uno. Y el problema es que cuando llegue ese momento no va a ser posible resolverlo en el corto plazo y va a haber una crisis inmanejable”, alerta finalmente Luegue Tamargo.

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