“Populismo, puerta falsa para superar crisis”

2 de Noviembre de 2024

“Populismo, puerta falsa para superar crisis”

FelipeCalderon-Cuartoscuro

Felipe Calderón sostiene que México tiene buen arsenal en caso de una guerra comercial con EU

FelipeCalderon-Cuartoscuro Foto: Cuartoscuro

> El panista reconoce que instituciones, élites, sistemas políticos, en particular partidos, no han logrado satisfacer las expectativas de los ciudadanos.

Parte 2 de 3

“Tenemos incertidumbre democrática”: FCH 1 de 3 “Margarita, la única para derrotar al resentimiento” 3 de 3 Juan Carlos Rodríguez jcrodriguez@ejecentral.com.mx

—Varias voces le han sugerido al presidente Enrique Peña Nieto convocar a los expresidentes del país y diseñar conjuntamente un plan de acción frente a los desafíos que plantea el gobierno de Donald Trump. ¿Usted coincide? ¿Usted colaboraría?

—Participaría con mucho gusto si se me pidiese una colaboración con el país en cualquier sentido; sin embargo, creo que el Presidente en turno tiene todo el derecho de definir su propia agenda y planes con independencia de los que podamos opinar presidentes anteriores.

“Lo importante, con o sin expresidentes, es lograr una verdadera respuesta de Estado ante diversos temas, por ejemplo, en el frente que se ha abierto desde que Trump asumió la presidencia de Estados Unidos”.

—Usted ha dicho que se deben erosionar las bases de apoyo de Trump desde el punto de vista comercial. ¿Dónde están esas bases? Retorno

—He sugerido que una de las acciones que debemos hacer en caso de que se realicen acciones antimexicanas en materia comercial es ejercer el derecho que tiene México conforme al derecho internacional de imponer acciones comerciales recíprocas o retaliatorias de manera selectiva.

“Así, en el caso de que se impusieran restricciones a los productos mexicanos —cosa que no es remota, dado que ya se trata de aplicar un impuesto a la madera canadiense, por ejemplo— México tendría el derecho de imponer medidas similares, llamémosle retaliaciones selectivas —totalmente válidas— y bien podría escoger, por ejemplo, a la producción agrícola de Estados Unidos.

“Siguiendo con ese ejemplo, México podría imponer aranceles al maíz, al trigo o a la soya que se producen en los estados centrales, cuyos agricultores le dieron el triunfo electoral a Trump, o comprarlos en Sudamérica en lugar de Estados Unidos. Eso generaría un impacto sobre los votantes y una presión adicional para que los propios representantes republicanos reviertan ese tipo de medidas. Se trata de dejar muy clara la importancia del TLCAN para ambos países y de actuar en reciprocidad”.

—¿A qué atribuye usted el auge de movimientos y corrientes que van en contra de las instituciones, las élites y los sistemas políticos y económicos establecidos?

—Es claro que instituciones, élites, sistemas políticos, en particular partidos no han logrado satisfacer las expectativas de los ciudadanos. En épocas marcadas por un escenario de adversidad económica como el que hemos vivido desde hace algunos años, esa insatisfacción se hace cada vez más visible hasta tomar cauces políticos, en algunos casos insospechados.

“Por otra parte, los procesos de globalización y los procesos migratorios han implicado cambios muy acelerados en el estilo de vida y la forma de ver el mundo de muchas sociedades. Todo esto en su conjunto ha generado cierto grado de insatisfacción e incertidumbre en algunos sectores de la sociedad lo mismo en Europa que en América y el Medio Oriente.

“Esta situación ha sido explotada por cierto tipo de políticos que se presentan como anti-establishment y ofrecen soluciones mágicas e irresponsables para todos los problemas. Lo cierto es que el populismo, tanto de izquierda como de derecha, representa una puerta falsa para superar la crisis y promover el desarrollo. —Se lo pregunto como exjefe de Estado: ¿los partidos políticos están a la altura de los desafíos internacionales?

Felipe Calderón Hinojosa, ex presidente de México, durante la Sesión del Consejo Nacional del Partido Acción Nacional. Foto: Cuartoscuro

Por supuesto que no. Véase el caso de Venezuela, tan apremiante. Estamos observando prácticamente en vivo, gracias a las redes sociales, la mayor represión en América Latina de lo que va del siglo. Es lamentable que, de los partidos políticos existentes, sólo uno o dos partidos políticos se han pronunciado contra ello, y la movilización internacional ha sido prácticamente nula.

“Desafortunadamente, la agenda internacional, en general, ha sido un tema que no forma parte de la vida cotidiana de los partidos en México. Esto ha cambiado muy recientemente desde la reciente campaña electoral presidencial en Estados Unidos. A partir de ello, los partidos se han volcado a revisar sus plataformas en la materia. La amenaza latente se materializó en enero de este año y poco a poco vamos viendo cómo los partidos políticos fijan sus posturas al respecto. Creo que dada la coyuntura nacional e internacional y lo que está en juego, en términos de principios e intereses nacionales, es indispensable que la agenda internacional adquiera la relevancia que merece en el quehacer de los partidos mexicanos.

—Ahora se lo pregunto como panista: ¿los políticos mexicanos están siendo receptivos a las demandas ciudadanas?

No hay que generalizar. Me consta que sí hay mujeres y hombres que se dedican a la política y que son receptivos no sólo a las demandas, sino al sentir ciudadano. Evidentemente no son la mayoría, ni necesariamente están en los puestos de representación y decisión más visibles. Ojalá que quienes ven en la política el espacio para construir el bien común, ya sea en sus partidos políticos o por la vía independiente, sigan creciendo y ganando cada vez más capacidad de influencia y decisión.

—Usted llegó a tratar con dos presidentes estadunidenses: George Bush Jr. y con Barack Obama. ¿Cómo vislumbra el futuro de las relaciones México-EU en los próximos cuatro años?

—Con los dos tuve relaciones de mutua colaboración, y quizá tuvimos una de las etapas de cooperación binacional más productivas en muchos años. Dada la presidencia de Donald Trump, el futuro de dicha relación es francamente sombrío. Aunque los primeros cien días de su mandato fueron menos graves de lo que se esperaba, la verdad es que los instintos nacionalistas, proteccionistas, racistas están ahí y creo que se expresarán tarde o temprano. Las presiones hacia México serán crecientes.

“El futuro depende de lo que cada gobierno haga o deje de hacer. En el caso de Estados Unidos, hemos visto cómo varias decisiones unilaterales del presidente Trump han sido cuestionadas y hasta frenadas por diversas autoridades, incluyendo a representantes de su propio partido.

“En México es imprescindible tener claros nuestros objetivos para con la relación, así como los límites de la negociación. En la medida en que logremos esto, México estará en una mejor posición para negociar con nuestro vecino de manera tal que los acuerdos puedan llevar a una situación benéfica para ambos países, pero nunca en detrimento de los principios e intereses de México y de los mexicanos.”

—¿Cree que tiene futuro la Iniciativa Mérida? —Sí lo tiene, pero si se continúa desdeñando el principio básico de corresponsabilidad en los problemas de crimen organizado y narcotráfico la Iniciativa perderá fuerza y sentido. Es muy claro que Estados Unidos necesita un vecino con estabilidad, Estado de derecho y seguridad interior. Y es claro también que México necesita la colaboración norteamericana para combatir el crimen organizado a través de la inteligencia compartida, la reducción del consumo de drogas, el combate al trasiego de armas de alto poder y cuantiosas sumas de dinero a los criminales en México, y sobre todo la construcción y fortalecimiento acelerado de agencias e instituciones de seguridad y justicia.

“Sin verdadero compromiso con el principio de responsabilidad compartida, el tema se reducirá nuevamente a exigencias norteamericanas de combatir el narcotráfico con la tendencia hacia la certificación/descalificación que habíamos superado.

“Sin embargo, no veo en la actual administración estadunidense disposición para cooperar, asumiendo la magnitud de la responsabilidad del problema que corresponde a aquel país, concretamente lo relacionado con la demanda de droga y la venta indiscriminada de armamento de alto poder. Lo ideal es innovar en la cooperación a partir de un principio de responsabilidad compartida, cualquier otra cosa representará un regreso al pasado.”

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—Desde su punto de vista, ¿hacia dónde tiene que dirigirse la estrategia de combate a la delincuencia organizada, dado el distanciamiento que está fijando Trump hacia México?

—La delincuencia organizada representa un problema de seguridad nacional para México, pero también para Estados Unidos. Sin embargo, debemos tener claro que nuestro país lo debe afrontar con o sin ayuda del vecino.

“Creo que los tres ejes que esbozamos en nuestra administración: 1) Combate a los criminales, 2) Fortalecimiento y saneamiento de los cuerpos policiacos, ministeriales y judiciales mediante el aumento de capacidades y niveles de confiabilidad, sumado a la indispensable tarea de 3) reconstruir el tejido social a través de oportunidades para los jóvenes en educación, salud, esparcimiento, cultura y trabajo siguen siendo indispensables.

“En particular, creo que hay que recuperar el tiempo que se hubiese perdido en la tarea de saneamiento y fortalecimiento de las agencias de seguridad y justicia en todos los niveles. Eso es crítico, con o sin la ayuda de Estados Unidos. Más énfasis en seguridad ciudadana y combate al crimen organizado, más que en el tema de drogas en sí mismo.

“Desde luego siempre será mucho mejor, más razonables y más útil que existan mecanismos de cooperación entre ambos países para atender un problema que es común y que lo seguirá siendo mientras Estados Unidos sea no sólo el principal consumidor de drogas del mundo, sino también el principal proveedor de armas ilegales para la delincuencia organizada en México.”