“Básicamente hago historia de la lengua, sé lo importante que es tener por lo menos una que consigne palabras prohibidas”, comentó Georgina Barraza Carbajal, del Colegio de Letras Hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, quen desde 2011 realiza una investigación para concretar un diccionario de léxico tabú enfocado en el vocabulario del altiplano central mexicano.
La obra de consulta estará divida en dos partes: una alfabética, con definiciones, y otra que clasificará los términos por campos semánticos, donde aparecerán referencias alusivas.
El texto pretende ser un medio para enterarse de palabras “prohibidas” sobre sexo, muerte, ciertas enfermedades mentales y discapacidades físicas; y se proyecta como un registro para futuras investigaciones. Entre sus aciertos incluirá definiciones de palabras de uso coloquial, sin embargo, por tratarse de un léxico tabú difícilmente rastreable históricamente, no se incluirá la etimología.
Junto con un equipo de investigación, integrado por estudiantes de licenciatura que prestan su servicio social, la universitaria centra su labor, básicamente en películas de los años 70 en adelante; incluso se han remontado un par de décadas y revisado los filmes de Pedro Infante, que sin usar malas palabras, contienen palabras tabú relacionadas con la muerte, por ejemplo. También han seleccionado filmes sobre narcotráfico, sexo y teiboleras. Actualmente han revisado un aproximado de 200 cintas, de las cuales han obtenido el léxico aún vigente. “Se puede ser experto en léxico mexicano, pero cada zona tiene sus particularidades. Así, en el norte hay muchos préstamos del inglés y en Yucatán utilizan palabras adaptadas fonéticamente del maya”, subrayó Barraza Carbajal, para quien las palabras censurables son importantes para entender nuestra idiosincrasia.