El agente infiltrado Fonseca y Lima XLVIII

8 de Mayo de 2024

J. S Zolliker
J. S Zolliker

El agente infiltrado Fonseca y Lima XLVIII

js zolliker

Reporta el agente infiltrado Pedro Fonseca y Lima que apenas pasó el filtro de seguridad aeroportuaria, le escribió un mensaje de texto a la hermosa mujer rubia para hacerle saber que estaba bien y que no era necesario alertar ni a la policía nacional ni a la embajada mexicana.

Reporta el agente Fonseca y Lima que intentó comprar el primer vuelo que salía de “El dorado” hacia La Paz, en Bolivia, para continuar con su investigación del blanqueo de dinero utilizado en las campañas comunistas de América Latina, pero que el armado y adiestrado Jesús Torre le hizo desistir: “hágale, sapo, que ya su cabeza tiene precio y allá me lo chutan bajando del avión”.

Reporta el agente Fonseca y Lima que ante la clara bravata del agente soviético, mejor compró con su tarjeta de crédito, un “tiquete” de vuelo sencillo y directo a Cancún, por menos de dos mil pesos. Como el vuelo salía a medio día, le daba tiempo de echarse unos guaros en el bar. Le gustaba el dejo anisado y que era el único trago que lo ponía de buenas y hasta lo hacía reír.

Reporta el agente Fonseca y Lima que quizás por el efecto del aguardiente, sintió una fuerte nostalgia de la bella Carina y de lo que ya no podría ser, al grado en que hasta se avergonzó del anhelo enamorado que sintió por una mujer con la conectó animosamente tras una charla simple. Ridículo, reporta que se dijo, que pudiese sentir emociones sólo porque por una noche borracha, sus cuerpos marcharon al mismo compás y ritmo erótico del sexo sin compromiso y la muy improbable vulnerabilidad voluntaria del amor. Muy ridículo.

Reporta Fonseca y Lima que para controlar la mente liviana por el trago, ordenó un ajiaco (sopa de papa con pollo, aguacate, crema y elote) y decidió recapitular sus descubrimientos, escritos en su libreta moleskine: al parecer, un grupo muy importante de políticos y gobiernos alrededor del mundo, que iban de viejos etarras a militares rusos, pasando por marxistas latinoamericanos, crearon una red de contactos y un sistema de blanqueo y transferencias de recursos económicos, propagandísticos y humanos, para construir un nuevo orden mundial anticapitalista, con estados más robustos y autoritarios.

Reporta el agente Fonseca y Lima que el mentado Andrés Salar, parecía ser una de las mentes maestras en esta conspiración que involucraba obtener dinero de fuentes ilícitas y llevarlo a distintos países para repartirlo con los alineados marxistas a través de consultorías falsas para en realidad, organizar marchas, generar descontento social, entrenar sujetos de interés en propaganda y cuadros de milicia civil, colocar a selectos políticos sumamente leales en puestos estratégicos y ultimadamente, manipular y ganar elecciones. Ello, les había tomado al menos 30 años lograrlo, pero ahora, los avances eran notables y los países donde ya gobernaban, no se opondrían nunca a una invasión rusa, a una anexión china, o a una intifada palestina.

Reporta el agente Fonseca y Lima que decidió ahora, en lugar de buscar a Andrés Salar, investigar la ruta del dinero, pues así estimaba, encontraría más respuestas. Meditabundo y formado para abordar el vuelo rumbo a Cancún, se sorprendió cuando le tocaron el hombro y descubrió a Carina Salazar con una bella sonrisa y una maleta de mano, que con ojos expectantes, le dijo que si se lo permitía, tenía interés en acompañarlo para conocer México de su mano.

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