El acumulado de remesas de los últimos 12 meses impuso una nueva marca de 64 mil 961 millones de dólares, siendo la segunda fuente de divisas para el país después de las exportaciones.
Durante abril, por concepto de remesas se recibieron 5 mil 3.2 millones de dólares, un descenso frente a marzo de 3.5 %, pero medido frente al mismo mes del año pasado se tiene un aumento de 6.3 %, aunque debe mencionarse que ese crecimiento es el más bajo en cinco meses.
Los connacionales que envían parte de sus ingresos a sus seres queridos en México han continuado con enormes flujos, pero la apreciación del peso y la inflación han mermado considerablemente ese dinero y cada vez tiene un poder adquisitivo menor.
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Como ejemplo, en septiembre del año pasado llegaron 5 mil 36.8 millones de dólares, una cifra similar a la de este abril; sin embargo, el tipo de cambio en ese entonces tuvo un promedio de 20.14 pesos por dólar, mientras que en el cuarto mes de 2023 ese valor descendió a 17.98, lo que significó que mientras en septiembre se obtuvieron 101 mil 51.8 millones de pesos, ahora sólo fueron 89 mil 958.7 millones, una baja de 11.3 %, o de 11 mil 483 millones de pesos, un duro golpe para los hogares en México que reciben más dólares pero menos pesos.
Entre agosto del año pasado y abril, las remesas, por el tipo de cambio, han perdido el valor adquisitivo en siete de esos meses y mayo no será la excepción.
Dentro de las buenas noticias para el país es que hay recurso para que las familias sigan empujando la expansión interna, ya que los indicadores de las exportaciones revelan una fuerte caída en los ingresos de dólares ante el debilitamiento de la economía estadounidense, una paradoja, ya que mientras las industrias reciben menos, los trabajadores mexicanos en Estados Unidos siguen enviando divisas, que se explica por el crecimiento del mercado laboral de ese país.
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