Renuncia ministro británico tras acusación de acoso sexual
Michael Fallon fue acusado de haber puesto la mano en la rodilla de una periodista en una cena durante el congreso del partido conservador en 2002
El ministro británico de Defensa, Michael Fallon, acusado de acoso sexual y un peso pesado del Gobierno de Theresa May, dimitió este miércoles, en un momento en que las revelaciones de abusos sacuden a la clase política del país. A Fallon, que ocupaba el ministerio desde julio de 2014, se le acusa de haber puesto la mano en la rodilla de una periodista en una cena durante el congreso del partido conservador en 2002, un acto por el que pidió perdón. “En los últimos días salieron a la luz una serie de acusaciones sobre diputados, incluidas algunas sobre mi conducta en el pasado. Muchas de ellas son falsas, pero acepto que en el pasado quizá no haya estado a la altura de los altos estándares requeridos en las Fuerzas Armadas que tengo el honor de representar”, escribió Fallon en su carta de renuncia. “Reflexioné sobre mi posición y en consecuencia dimito como secretario de Defensa”, explicó Fallon en la misiva, dirigida a la primera ministra británica, Theresa May, en la que aclaraba que seguiría siendo diputado. “Dios mío. Sir Michael Fallon acaba de dimitir del Ministerio de Defensa”, tuiteó la periodista detrás de la acusación, Julia Hartley-Brewer, añadiendo: “Aunque dudo que la razón sea mi rodilla”. Al ser preguntada por la cadena SkyNews, Hartley-Brewer dijo estar “increiblemente impactada” por su dimisión y dijo que no creía que la decisión se hubiera basado únicamente en el incidente de 2002. “Doy por hecho que llegarán más acusaciones”, dijo a la televisora. “Dudo mucho que sea por mi rodilla y, si lo es, creo que es disparatado y absurdo”. Theresa May, en cambio, aplaudió la decisión. “Aprecio la forma particularmente seria con la que usted consideró su posición y el particular ejemplo que desea dar a los militares y a las mujeres”, comentó en una misiva.
Reunión sobre el acoso
La salida de este ministro, de 65 años, priva a la primera ministra de uno de los miembros más experimentados de su gobierno y la obliga a llevar a cabo una reforma en un momento en que su liderazgo es contestado. Con Michael Fallon pierde también un apoyo en las negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE), a la que él se había opuesto, lo que amenaza con debilitar un poco más su posición frente a los partidarios de un Brexit duro. Desde Washington, el Pentágono aseguró que esto “no debería tener ningún impacto” en la relación británico-estadounidense. La decisión llegó en un momento en el que numerosos políticos británicos son objeto de acusaciones en este sentido, que se multiplicaron en medio del caso Weinstein, el productor de Hollywood acusado de acoso y agresiones sexuales. La prensa británica cita la existencia de una lista, elaborada por excolaboradoras, con los nombres de 40 diputados (seis de ellos ministros) acusados de abusos. Theresa May invitó a los jefes de los partidos políticos a debatir sobre la cuestión de los acosos sexuales el lunes. La primera ministra espera que se establezca “un procedimiento de denuncia común, transparente e independiente para todos los que trabajan en el parlamento”. Otro de sus aliados más cercanos, el vice primer ministro, Damian Green, está acusado también de acoso sexual, algo que él rechaza. Una exmilitante del Partido Conservador, Kate Maltby, lo acusa de haber puesto su mano sobre su rodilla durante un encuentro en un pub en 2015 y de haberle enviado un SMS “sugerente”. Por su parte, el secretario de Estado de Comercio Internacional, Mark Garnier, reconoció que le puso a su secretaria un apodo con connotaciones sexuales y que le pidió comprar juguetes sexuales. Y una miembro del Partido Laborista, Bex Bailey, declaró que fue víctima de violación por otro integrante del partido, mayor y con más experiencia que ella, durante un evento organizado por la formación en 2011, cuando ella tenía 19 años.