En el sur de México, la tierra no deja de sacudirse. Es un caso atípico y único en la historia reciente de México, las réplicas del terremoto del 7 de septiembre de 2017 continúan y ya rondan 17 mil. Las consecuencias: 10 mil nuevas familias damnificadas en el Istmo de Tehuantepec.
Ya son cinco meses. El 7 de septiembre, a las 23:49 horas, un terremoto magnitud 8.2 grados estremeció Oaxaca y Chiapas, causando daños graves en 193 municipios de ambas entidades. En total —contabilizaría semanas después la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu)— 65 mil 44 casas dañadas.
Conforme pasaron las semanas y la ayuda tardaba en llegar, los pobladores integraron la Coordinadora General de Damnificados del Istmo (CGDI), que comenzó a censar, catalogar y gestionar lo necesario para “levantar Oaxaca”.
Rey Toledo Guzmán es uno de los 40 representantes de organizaciones civiles oaxaqueñas, de 18 municipios, que se unieron para conformar la Coordinadora. Él es damnificado de Asunción Ixtaltepec y explicó a ejecentral que la iniciativa surgió por “la necesidad de ordenar las cifras, en los apoyos (…) muchos sismos se han manejado como réplica, pero su impacto es tan fuerte como el terremoto del siete”.
Y es verdad, después del terremoto del 7 de septiembre y hasta la fecha, el Servicio Sismológico Nacional ha registrado en la zona, hasta hace una semana, 17 mil 286 mil réplicas, con magnitudes que van desde tres grados hasta 6.1, este último el de mayor intensidad y que ocurrió apenas 16 días después el 23 de septiembre a las 07:53, provocando la mayor cantidad de destrozos, afectando a más personas. Las familias istmeñas debieron “comenzar de nuevo con el trámite y gestiones, porque mucha gente se quedó fuera del primer censo y la Federación ya no quiso volver a censar”, sostuvo Toledo.
Todo nació después de preguntarnos qué hacer con todas las necesidades generadas después del terremoto (…) en particular el sismo del 23 de septiembre fue terrible. A partir de ahí muchas familias resultaron damnificadas y las casas dañadas terminaron de caerse”, relató.
Los nuevos damnificados de estas réplicas suman 10 mil 85 familias originarias de 14 municipios, que se unieron para solicitar apoyo para reconstruir sus casas. Si sólo se toma en cuenta a los titulares de cada casa, el número total de damnificados equivaldría al doble de la población de municipios como San Dionisio del Mar o San Pedro Comitancillo, o el equivalente a Asunción Ixtaltepec o Barrio de la Soledad.
La búsqueda de apoyo
Los coordinadores de los 14 municipios recabaron la información en reuniones en plazas de cada lugar y verificándola casa por casa. Otros grupos entregaron sus datos directamente al gobierno estatal. En algunos casos los damnificados ya habían sido atendidos en los ayuntamientos, pero ante la negativa de las autoridades federales de reiniciar un nuevo censo, los alcaldes ya no los apoyaron.
En varios ayuntamientos se habían levantado la información pero sólo fue simulación (…) Se atravesó el tiempo electoral y los alcaldes comenzaron a hacer comparsa con lo de los damnificados y decidimos hacer las cosas por nuestra cuenta❞, sostuvo Rey Toledo.
Al menos 19% de los afectados que impulsa la Coordinadora buscan que se les deje de considerar como víctimas de un daño parcial a sus inmuebles y se les entregue el apoyo de 120 mil pesos que reciben los catalogados como daño total, por las afectaciones sufridas. Como ninguna autoridad les hacía caso, el pasado 8 de diciembre realizaron un mitin-plantón pacífico afuera del Congreso estatal, para que los nuevos casos sean tomados en cuenta. Lograron que el legislativo oaxaqueño aprobara un fideicomiso de 200 millones de pesos para la reconstrucción de viviendas que no fueron beneficiadas por la Federación, aunque ese monto no les alcanzará, pero es un inicio.
En ese fideicomiso se estimaba elaborar un estudio sísmico para el revisar la construcción de las viviendas, y cómo el terremoto y las réplicas afectaron los asentamientos humanos. “La Coordinadora General también logró que se instalaran dos módulos permanentes de la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en Juchitán y en Ixtepec para reportes de incidencias”, añadió.
El 31 de enero se venció el plazo para que el gobierno oaxaqueño publicara los lineamientos para la entrega de apoyos derivados de 200 millones de pesos. La Secretaría de Finanzas incumplió. Por eso, el pasado martes, el CGDI bloqueó las carreteras a Matías Romero, La Ventosa y la Transísmica, y tomaron la caseta de cobro de la autopista a Ciudad Ixtepec. Generaron un caos y amenazaron con más movilizaciones. Ahora, el gobierno estatal prometió que el segundo fin de semana de febrero difundirá los mecanismos de entrega.