PEN América ha lanzado una alerta más fuerte: se está acrecentando la censura de ideas y materiales en las escuelas públicas, a través de leyes que restringen la enseñanza. La estrategia, advierten, es identificar como libros “dañinos” y “explícitos” para que sean eliminados de las bibliotecas y las aulas, varios de ellos argumentando también que son pornográficos o indecentes.
Este movimiento comenzó en 2021, pero se han dado más prohibiciones de libros durante el semestre de otoño de 2022, que en cada uno de los dos semestres anteriores. Y esto continúa a pesar de que una encuesta del año pasado reveló que más del 70 % de los padres se oponen a esta forma de censura.
Pero ¿qué temas se incluyen en las leyes que están limitando a los estudiantes? La raza, el género, la historia estadounidense y las identidades LGBTQ+.
Así, expone PEN América en su última actualización de su reporte, “la libertad de leer, aprender y pensar sigue siendo socavada para los estudiantes”.
Este año escolar, los casos de prohibiciones de libros son más frecuentes en Texas, Florida, Missouri, Utah y Carolina del Sur .
“De manera abrumadora, las pancartas de libros continúan apuntando a historias escritas por y sobre personas de color y personas LGBTQ+. En este perIodo de seis meses, el 30 % de los títulos únicos prohibidos son libros sobre raza, racismo o personajes de color. Mientras tanto, el 26 % de los títulos únicos prohibidos tienen personajes o temas LGBTQ+”, denuncia el organismo.
Se han registrado, señala el documento, más de 4,000 instancias de libros prohibidos desde que PEN AmÉrica comenzó a rastrear las prohibiciones de libros en julio de 2021, lo que afectó a 2,253 títulos únicos. En general, las prohibiciones afectan a 182 distritos escolares en 37 estados y a millones de estudiantes.