La actividad Industrial del país en noviembre registró un nulo avance por una retracción en el sector de la minería y de las industrias manufactureras, pero fue compensado en parte por un avance en el sector de la construcción, así como en la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final.
Según el Inegi, el índice de la actividad industrial se ubicó en 101.3 puntos, que es su nivel más alto pero en el que se ha estancado desde julio. El indicador está a sólo 0.8 % de alcanzar su recuperación pandémica, impulsada por la manufactura, motivada por la demanda estadounidense.
Los rubros que comprenden a la industria: minería, construcción, manufactura y la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final tienen comportamientos heterogéneos, y la manufactura es la única que tiene recuperación de la crisis.
Más puntual, la minería tiene una contracción de 4.1 %, con respecto de su punto prepandémico. En tanto, la construcción presenta una caída de su actividad de 5.8 %, y los servicios de energía, agua y gas presentan una contracción de 19.5 %, en el lapso mencionado. Mientras que la manufactura ha avanzado 5.5 % en dicho periodo y ha sido el salvavidas de la economía mexicana.
El factor que más ha incidido para que la actividad industrial aumente está presentando intermitencias en su evolución; de los últimos cinco meses en tres ha mostrado debilitamiento. La manufactura se vio beneficiada por los pedidos de bienes que demandan familias y empresas estadounidenses, pero que ahora se han visto disminuidos ante los aumentos de las tasas de interés, principalmente en los créditos hipotecarios.
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