Las tensiones locales se intensificaron con la intervención del ejército israelí, que el martes 15 de julio lanzó ataques aéreos contra posiciones del gobierno sirio
El poder de Bashar al Asad, apoyado por su aliado ruso, reanudó en diciembre su ofensiva en el noroeste sirio contra el último gran bastión de los yihadistas y rebeldes